25 de Mayo de 1810: La  contrarrevolución  gestada en Córdoba
25 de Mayo de 1810: La  contrarrevolución  gestada en Córdoba
25 de Mayo de 1810: La  contrarrevolución  gestada en Córdoba
25 de Mayo de 1810: La  contrarrevolución  gestada en Córdoba

25 de Mayo de 1810: La contrarrevolución gestada en Córdoba

Por Rubén Omar Scollo

El 25 de mayo de 1810 tuvo  sus variantes en lo que luego fuera la República Argentina y por entonces el Virreinato del Río de la Plata. Pero qué sucede en todos los países del mundo o fundamentalmente en nuestro continente, con la celebración de esas fechas patrias que vienen siendo un hito dentro del contexto enmarcado por la historia ¿Los festejos, las conmemoraciones…a qué responden en realidad? Para rubricar ese soslayo conceptual que precede a estas líneas, vale “una descripción tan distinta”, pero quizás sumida en un análisis de un catedrático de las Ciencias Sociales y de la Historia. Mario Carretero profesor español de FLACSO, señala que “la celebración de las efemérides patrias en las escuelas es una práctica que se originó a finales del siglo XIX, en casi toda la llamada Iberoamérica, en el marco de  políticas estatales en la que la escuela funcionó como un importante agente de cohesión entre poblaciones étnicas y culturalmente heterogéneas”.

De acuerdo a lo vertido años atrás por la historiadora Ana Bertoni, en nuestro país las efemérides en las escuelas han surgido más precisamente en el año 1887 como una “feliz inspiración de un joven director de escuela en ocasión de celebrarse un aniversario de la Revolución de MAYO DE 1810, hito que marcó el comienzo del proceso de la independencia nacional”. Y de la siguiente  forma el diario La Prensa de la época había narrado la representación de esa fecha  patria realizada por Pablo Pizzurno: “El señor Pizzurno  reunió a todos los chicos en el patio del colegio y al tiempo de enarbolar la bandera los niños cantaron el himno nacional”…” El señor Pizzurno es digno de un elogio especial por la feliz inspiración que tuvo” (eso reflejaba el citado medio periodístico un 25 de mayo de 1887)”…Pero por esos días, regresando a ese convulsivo 1810, cuando en Buenos Aires se estaba desarrollando la creación de la Primera Junta ¿qué sucedía en la siempre altiva Córdoba que se erigía como punto de rebeldía?

De acuerdo a lo expresado por la historiadora Marianela Romero, docente del Instituto Privado Dr. René Favaloro de la ciudad de La Falda “en Córdoba se producía una contrarrevolución”.

“Luego de que se conociera en Córdoba la formación  de la Primera Junta, las autoridades de la ciudad rechazaron al gobierno de Buenos Aires.

El 30 de mayo, Melchor Lavín mensajero enviado desde Bs As,  arriba a Córdoba y comunica a las autoridades locales sobre la primera junta de gobierno.

El Deán Gregorio Funes respalda a la revolución, mientras que Santiago de Liniers héroe de las invasiones inglesas y el gobernador intendente Gutiérrez de la Concha, impulsan la restitución del ex virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros.

En  junio empieza a organizarse la contrarrevolución desde Córdoba. El gobernador Gutiérrez de la Concha es autorizado parar juntar tropas y armas.

El día 15 de junio,  se suspenden las comunicaciones entre Córdoba y la Junta de Buenos Aires”, asegura la docente del interior cordobés.

“Luego comienza el desplazamiento de las tropas contrarrevolucionarias abandonando Córdoba y las mismas marchan hacia el norte provincial, pero en agosto una expedición enviada por la Junta de Buenos Aires y liderada por Francisco Ortiz de Ocampo entra en la ciudad de la actual capital cordobesa. Se conocen las detenciones de Santiago de Liniers y sus aliados en el norte provincial.

El día 26 de agosto, luego de que Ortiz de Ocampo se negara a fusilar a los contrarrevolucionarios, ya que deseaba trasladarlos hasta Buenos Aires; Juan José Castelli cumple en el Monte de los Papagayos, en Cabeza de Tigre, cercanías de Cruz Alta, la orden de ejecución de Liniers, Gutiérrez de la Concha, el coronel Santiago de Allende, el contador Joaquín Moreno, y el asesor Victorino Rodríguez. Por su estado sacerdotal, el obispo Rodrigo de Orellana salva su vida. El acrónimo "CLAMOR" se forma con las iniciales de los apellidos de los fusilados y del religioso” finaliza Marianela Romero.

Otras de las consideraciones vertidas por el profesor de historia Ariel Poletto del mismo instituto educativo de La Falda, afirma que “lo sucedido en Córdoba en parte fue en apoyo al Rey Fernando VII de España. Luego de la crisis monárquica española en 1808, las colonias americanas se mantuvieron leales al Rey, cautivo por Napoleón, y obedecieron a la junta Central de Sevilla que gobernaba en nombre del monarca ausente”, acota Poletto.

Claro que Buenos Aires, en ese 1810 conflictivo y debido al avance de las tropas francesas hacia la región de Andalucía, se negó a reconocer al igual que otras ciudades de Hispanoamérica, a la nueva autoridad peninsular y el 25 de mayo de 1810, tras la destitución de Cisneros instaló su propia junta gubernativa. “Ésta se proclamó defensora de los derechos del rey, pero fue considerada insurgente por la metrópoli, al no aceptar la legitimidad de la Regencia”.

Así se daba inicio en el amplio territorio rioplatense a un nuevo orden político de carácter revolucionario.

Por último vale aclarar cierra el historiador Juan González que en Córdoba “las autoridades principales locales se opusieron a obedecer a la Junta Revolucionaria, a la que consideraban ilegal, luego se fueron dando los hechos anteriormente descritos”.

Y volviendo a la comparación vertida en este artículo desde el inicio, con “el significado de lo ocurrido” , los festejos, los aniversarios y las efemérides, vale la expresión de Carretero relacionada a la historia y lo político: “en las escuelas a finales del siglo XIX y a comienzos del XX, las celebraciones son ciertamente un instrumentos ideológico de carácter doctrinal con el objetivo de fortalecer los estados nacionales”.