Historia del Tarot 4ta parte: Aunque prohibidas, reyes de la época acudían a ellas

Historia del Tarot 4ta parte: Aunque prohibidas, reyes de la época acudían a ellas

Encontramos una mención equivalente de las cartas en Marsella en 1381, en las actas del notario francés Laurent Aycardi en 1397 en París, cuando el preboste prohibió jugar “palmas, bolas, cartas, dados, bolos” durante días laborales, y nuevamente en 1382 en Lille, Francia, en donde un decreto del magistrado también prohibía su uso. Así, la mayor parte de la referencia histórica es el resultado de edictos que prohíben las cartas, hasta el punto que en algunas ciudades la Iglesia Católica Romana organizó Autos de Fe. En 1387, un edicto del Rey de Castilla también las prohibía vehementemente. 

En la Europa Medieval, posiblemente los juegos de cartas podrían haber sido mencionados alrededor de fines del siglo XIII, sin embargo, son mencionados ampliamente durante el siglo XIV. En 1392, uno de los libros de contabilidad del tesorero de Charles VI, Charles Poupart, observa un pago a nombre del pintor Jacquemin Gringonneur por tres barajas de cartas doradas y a color y con una ornamentación desbordante, y que fueron entregados al Rey para su propio divertimento.

 

El imperio de Charles VI era rico en las artes, en el cual talentosos pintores se vieron beneficiados con generosos patrocinios. En la Biblioteca Nacional de Francia se encuentran diecisiete magníficas cartas bien conservadas que por mucho tiempo se le habían atribuido a Jacquemin Gringonneur, aunque los historiadores piensan que éstas podrían ser de origen italiano, y pintadas alrededor del año 1470. También se han documentado notas en relación al juego de cartas en el siglo XV. 

En 1404, un sínodo llevado a cabo en Langres, Francia, prohibió al clero varios tipos de juegos, incluyendo las cartas. Por lo menos desde el siglo XV se propagó cierta superstición en torno al juego de cartas. 

En 1423, el predicador franciscano San Bernardino de Siena denunció las cartas como creación de Satanás. También sabemos que esta superstición persistió hasta por lo menos el siglo XVIII, cuando el sacerdote anglicano y británico John Wesley (1703 - 1791), fundador de la Iglesia Metodista, habló abiertamente sobre las cartas y su procedencia demoníaca. 

Además, durante el siglo XIX en Escocia a algunos mazos de cartas se les refiere comúnmente como “libros del Demonio”. 

Es en la víspera del siglo XV cuando se conocería la mayoría de los Tarots antiguos, todos aquellos provenientes de Italia (a excepción de las cartas egipcias de los mamelucos, que probablemente eran más antiguas y que estaban compuestas únicamente por los arcanos menores),de entre los cuales resalta la hoja impresa en blanco y negro de Cary-Yale

 

 y el Tarot iluminado de Visconti- Sforza 

 

(este se refiere a sets incompletos de alrededor de 15 barajas, que actualmente pueden ser encontrados en museos, bibliotecas y colecciones privadas alrededor del mundo), a

cargo de Filippo Maria Visconti, duque de Milán, y de su sucesor Francesco Sforza, alrededor de 1450. Además de ello, en 1430, Amédée VIII, primer duque de Saboya, escribió un artículo (de ludis et lusoribus) en el cual él prohibía juegos, incluyendo las cartas, y en 1585 un sínodo en Aixen-Provence (al sur de Francia, cerca de Marsella) se refiere a las cartas nombrandolas como pagellas pictas, o “páginas con pictogramas”.

 Pero es François Rabelais (1494 - 1553), el poeta de “La Gaya Ciencia” (el alegre saber) quien, en el capítulo XXII de Gargantua , nos entrega la primera referencia literaria conocida del Tarot. En ella, Rabelais cuenta sobre los juegos jugados por Gargantua, incluyendo entre otros qui gaigne perd, (el que gana, pierde) les marelles (rayuelas) y el tarau (el Tarot). Rabelais, en este tratado educativo, habría incluso propuesto jugar cartas para “abrir la mente a la aritmética”.

Interesante el desarrollo de esta historia la cual espero habra nuestras mentes a desmitificar esta transmisión de conocimientos que viene desde antaño y no ha perdido vigencia en nuestra época .Hasta la próxima semana, en donde continuaremos indagando en el misterio del Tarot .