Un pensador francés que rompió los moldes de la sociedad francesa y mundial

Un pensador francés que rompió los moldes de la sociedad francesa y mundial

Por Rubén Omar Scollo

El psicólogo, filósofo, historiador y teórico social, Michel Foucault fue uno de los grandes pensadores del siglo XX interesados en el mundo de la psicología y la psiquiatría.

No es de dudar, que sus ideas generaron un gran impacto y ejercieron una gran influencia en todo el ambiente cultural francés de la época. Tuvo además, un reconocimiento internacional debido a sus ideas sobre las instituciones sociales, especialmente las prisiones, el sistema de salud, como por sus estudios acerca de la sexualidad humana.

Su forma de analizar y visualizar la realidad de entonces, marcaron en toda una época ciertos aspectos innovadores respecto a otros pensadores.

Había nacido en octubre de 1926 en la localidad de Poitiers, Francia, bajo el nombre de Paul-Michel Foucault. Este notable pensador francés echó  raíces en un ambiente formal en el que los estudios y el conocimiento, eran vitales para los intelectuales de la época; y su padre, un reconocido médico francés, fue esencial para su desarrollo cognitivo.

Tras un historial académico repleto de altibajos, Foucault consiguió ingresar en la célebre École Normande Supérieure, reconocida por ser una de las cunas de los mejores especialistas y pensadores de humanidades de Francia.

Claro que su vida en la École Normande, fue una de sus etapas más difíciles. Allí tuvo una profunda depresión y varios intentos de suicidio. Foucault estuvo en manos de un psiquiatra durante mucho tiempo.

Durante este período adquirió una gran pasión por la psicología, lo que le llevó a licenciarse tanto en psicología como en filosofía. Al acabar sus estudios universitarios, Foucault consiguió un puesto de docente en la École Normande; pero más tarde (al poco tiempo) prefirió tomar la cátedra de psicología en la Universidad de Lille, también en Francia.

A lo largo de este periodo de su vida Foucault se convirtió en un prolífico, eximio y mordaz escritor; y si bien sus textos se centraban en el campo de la psicología, la psiquiatría y la salud mental; posteriormente también incursionó en tema políticos (su postura era muy similar a la de Jean Paul Sartre), aunque no dejó de lado los temas sociales y los relacionados a la sexualidad.

Durante los años en los que se interesó por la corriente estructuralista, Foucault fue considerado como parte de esa filosofía, estando a la misma altura que algunos otros grandes pensadores como Jacques Lacan o Claude Lévi-Strauss.

A pesar de esto, Foucault rechazó por completo la idea de ser considerado como defensor del estructuralismo. En aquel mayo francés de 1968, esos hechos moldearon al pensador galo; y a partir de allí consiguió un puesto en el departamento de filosofía de la recién creada universidad experimental París VIII.

Luego devino en un activismo político que fue irrefrenable. Finalmente, este filósofo fue elegido como parte del prestigioso cuerpo académico del Colegio de Francia, aumentando su participación en la vida política y viajando alrededor de todo el mundo para impartir clases y conferencias, incluyendo sus famosas conferencias y entrevistas en Estados Unidos e Irán.

Finalmente, Foucault murió en 1984 a causa del sida, no sin antes destruir una gran parte de sus manuscritos y prohibir terminantemente la publicación de todos aquellos que hubieran podido “sobrevivir”. Durante su etapa final (tal vez ciertamente decadente), Foucault fue criticado por haber cambiado de ideas y de opinión, situación que refutaba argumentando que “era parte de la adquisición de conocimiento”.

No obstante lo que siempre le llamó poderosamente la atención fue la “puja por el poder” y acerca de los que ostentaban “el poder hegemónico a quien él se oponía constantemente como un gran cuestionador”. Cuando Foucault murió en 1984, se encontraba escribiendo el cuarto tomo de estas reflexiones, el cual se centraba en la sexualidad y el cristianismo.

Sus obras principales fueron: “Historia de la locura en la época clásica”, “Las palabras y las cosas”, “La arqueología del saber, “Vigilar y castigar” e “Historia de la sexualidad”. .