Argentina sumida en pobreza y con barrios marginales que crecen a diario
Argentina sumida en pobreza y con barrios marginales que crecen a diario

Argentina sumida en pobreza y con barrios marginales que crecen a diario

Por Rubén O. Scollo

 

Argentina no solamente desde este último período, sino desde décadas atrás, viene    demostrando que se puede ir descendiendo hasta alcanzar niveles insospechados. Junto con esa pérdida de nivel de vida marcado por indicadores como la falta de trabajo genuino, la precarización laboral, la cantidad de impuestos a los que son sometidos los connacionales y la suba constante del dólar, ese combo explosivo viene desembocando en la indigencia y la marginalidad; además, de la caída de las clases a niveles inferiores inmediatos.

Y no es el problema de un solo partido político o quienes estén en el momento de turno en el poder, sino que es una problemática enmarcada en la falta de un proyecto en conjunto a través de acuerdos de los partidos, para que nos conduzcan a la racionalidad de pensar en un país mejor y más seguro.

De acuerdo al último relevamiento del gobierno  realizado en la anterior gestión gubernamental nacional, la que fuera esplendorosa Docta, cuna de la cultura, actualmente concentra el 67% de los asentamientos precarios. Por este hecho el Gobierno de la Nación en su momento y a través de asistencia social había  anunciado la entrega a los habitantes de villas, asentamientos y urbanizaciones informales de todo el país el Certificado de Vivienda Familiar, que “supuestamente  sirvió” para acreditar la existencia y veracidad del domicilio, y solicitar la conexión a servicios públicos, como agua corriente, energía eléctrica, gas y cloacas.

Los 1.612 asentamientos precarios de la provincia de Buenos Aires representaban en ese momento y sigue siendo así, el 40 por ciento del total del país. El conurbano bonaerense y La Plata concentran el 74 por ciento de las villas. La ciudad de Buenos Aires, en tanto, tiene 55 sectores vulnerables.

 Carolina Stanley en su gestión, había expresado de acuerdo a un estudio de campo realizado que había unos 4.100 asentamientos precarios y barrios populares, de los cuales 167 están en Córdoba y 112 en la capital provincial. No obstante esos datos tabulados indicaban que Santa Fe y Mendoza, tenían más villas miseria: 303 y 205, respectivamente.

Ahora bien, sociológicamente ¿se relaciona el crecimiento de la delincuencia con la marginalidad y la pobreza extrema? Es difícil determinarlo sin un estudio bien reformulado, ya que muchos indigentes sobreviven del trabajo changa; de las limosnas y asisten en muchos sitios del país a comedores comunitarios para paliar sus necesidades básicas de alimentación.

Lo que sí puede observarse en la sociedad, y en la ciudad de Córdoba se observa en los barrios más peligrosos, es el crecimiento de los delitos y la peligrosidad de transitar por sitios inseguros a determinadas horas del día. Es moneda corriente ver trapitos o limpia vidrios; es singular ya observar la violencia con la que muchos de estos supuestos changarines se abalanzan sobre los parabrisas con no sólo fines de solicitar un billete. También algunos hechos son acompañados de imposiciones y de violencia… ¿Y cómo habría que actuar para detener ese deterioro social, la agresividad de habitantes para con otros habitantes? Las respuestas la tienen todos los gobiernos, el nacional, los provinciales, los municipales. La respuesta está en las leyes y su cumplimiento. La respuesta está, en generar opciones de empleo y llegada de inversiones para que la marginalidad vaya decantando. Hasta el momento todo parece difícil en una Argentina que desde mucho tiempo atrás viene desintegrándose indistintamente de los colores políticos. Dejar afuera de las mentes el odio, frenar el dólar, parecería tarea imposible porque no se desea o no se quiere realizar… ¿Impericia, falta de moral o desidia?