Desde Barrio Alberdi a Siria sin escalas
Tres argentinos y un colombiano son los cuatro sudamericanos que estarán al servicio de la selección de Siria. Lugar en donde el fútbol no es una “materia fácil de enseñar en ese punto de Oriente Medio, los habitantes de aquel país admiran al fútbol de los campeones del mundo actuales y de toda Sudamérica. Ellos son Jalil Elías, Ezequiel Ham (el turquito que había sido lesionado por Carlos Tevez) y el cordobés Ibrahim Hesar. El de Colombia se llama Pablo Sabbag.
Hesar, un producto de Belgrano de exportación
Y Hesar es cordobés y Pirata. Quien ama a Belgrano de Córdoba el viernes fue el autor del empate en un amistoso del combinado que dirige Héctor Cúper. Cómo fue su integración al equipo, la adaptación cultural y el sueño de clasificar para el Mundial. Qué recuerdo tiene de sus orígenes sirios. Todas esas apreciaciones el de la Docta las brindó en una entrevista con colegas de Infobae días pasados.
“Tenía mucha incertidumbre con lo que me iba a encontrar. Sin embargo, mis compañeros antes de llegar me habían comentado más o menos el panorama, y así fue. Me sumé a un grupo muy lindo, que integran jugadores muy sanos y respetuosos. Desde el primer día me hicieron sentir parte del equipo, como si fuera uno más”, declaró el jugador de Belgrano.
“En verdad nunca imaginé que iba a representar al seleccionado de ese país. Sucede que mi abuelo llegó a Santa Fe desde Siria y luego se trasladó a Córdoba. Pero no obstante esas coincidencias con una cultura distinta a la nuestra, a la argentina, cuesta un poco adaptarse. Ellos, rezan varias veces al día y lo hacen en el momento que deben hacerlo. Nosotros, los argentinos y el compañero colombiano, los respetamos mucho”.
Más adelante el futbolista nacido en suelo cordobés señala que “muchos de ellos ya tomaban mate antes de que llegáramos nosotros”. Algunos vivieron en la Argentina pero luego retornaron con sus familias por un problema de adaptación. Pero siempre nos preguntan por Messi y hasta por Cristiano Ronaldo”, expresó entre risas. “Me sorprendió qué en los primeros días tuvimos una charla y ellos (mis compañeros) me dijeron: Te vamos a adoptar como un hermano sirio más dentro de la delegación”. Eso te deja un poco más tranquilo para llevar adelante el trabajo de la mejor manera y poder ayudarlos a conseguir el objetivo.
“Nos comunicamos con señas. Pero también nos enseñaron unas palabras para decir en árabe. Si bien todo se habla en inglés, algunas palabras o frases las decimos en árabe para que haya una comunicación fluida”. Por suerte, el entrenador es argentino y también están Ezequiel Ham y Jalil Elías. La mayoría de mis compañeros está jugando en la liga de Siria. Otros se destacan en el exterior, en Grecia, Tailandia, Qatar y en Bahréin.”Si bien nunca viajamos a Siria por la situación que atraviesa el país, mis compañeros me cuentan que no es una liga de las más fuertes. Pero a raíz de que en Arabia Saudita se está potenciando el campeonato por los jugadores que están trayendo, está creciendo de a poco y se pone cada vez más interesante”.
En su último partido el jugador Pirata convirtió el gol del 1 a 1 y é´está contento porque con Belgrano tendrá la oportunidad de seguir mostrándose en forma internacional en la Sudamericana.“Por supuesto-asegura- que mi objetivo es también poder jugar el Mundial del 2026”.
La historia de Hesar con la pelota arrancó en el Club Atlético Ascasubi de su pueblo natal. A los 16 años lo buscó Belgrano, donde estuvo cuatro años en sus inferiores. Llegó a jugar en Reserva, pero luego el club de Alberdi decidió no hacerle contrato. Entonces, quedó libre e inició su camino en Tiro Federal de Morteros, en el Federal B. Luego dos temporada (2016/7), se convirtió en refuerzo de Estudiantes de Río Cuarto, donde jugó durante tres años, previo a regresar al Pirata en el 2021 para consagrarse campeón en el torneo de Primera Nacional 22. Actualmente está entre los que integran el plantel que disputará varios frentes durante este año.
Con su familia en Córdoba