En Characato intentaron responderle al silbido de las ánimas

En Characato intentaron responderle al silbido de las ánimas

Uno de los mitos o leyendas más repetidas por nuestros abuelos en las sierras de Córdoba es que, fundamentalmente en los primeros días del mes de noviembre se sienten en las noches tristes silbidos; unos lo llaman “el duende silvador”, otros simplemente dicen que se trata de “las ánimas” que se hacen notar en las épocas del día de Todos los Santos y de los fieles Difuntos.

Más allá del nombre que se le de a este fenómeno, en todas las regiones de la Provincia de Córdoba coinciden en que jamás se debe responder al triste silbido; que aquellas personas que así lo hagan están desafiando a las ánimas y deben atenerse a las consecuencias.

Cuenta la historia que allá por 1979 o 1980 un grupo de tres amigos habían salido desde la localidad de Cosquín por el camino que conduce a la localidad de Characato, pasando por la gigantesca Pampa de Olaen, la idea era cazar algunas liebres y vizcachas y dormir en el camión y regresar al día siguiente.

Mientras improvisaban una “picada” cercanos al camión se oyó en la oscuridad de la noche un fuerte y triste silbido, algo así como un llanto en forma de silbatina, uno de los tres amigos tuvo la poco brillante idea de responder al silbido y allí sucedió algo que nunca pudieron olvidar.

Se empezó a sentir un fuerte silbido acompañado de un fuerte viento, los protagonistas describen ese momento como si la turbina de un avión hubiese pasado por sobre sus cabezas; uno de ellos se refugió en la cabina del camión, el segundo sólo atinó a acostase en el suelo y el tercero se tiró debajo del camión.

Cuando el poderoso silbido cesó los dos primeros se reincorporaron y salieron en búsqueda del resto del grupo; el que sufrió la peor parte fue el que estaba debajo del camión, casualmente el autor de la repuesta silbadora; había quedado como con su cuerpo duro y le costó varios minutos reincorporarse.

Eso no terminó allí después de aquella noche debió someterse a un tratamiento psiquiátrico para volver a realizar una vida normal, y cada que vez que puede cuenta la historia para que nunca más nadie cometa la osadía de responderle al “duende silbador”  o al silbido “de las ánimas” en el mes de noviembre.

Tal vez estas historias sean sólo parte de los mitos de los habitantes de nuestras sierras pero usted que está leyendo ¿¿¿ Se atreve a responderle un silbido en una noche de noviembre????

Foto: Characato (Página web Enamorate de Córdoba)