La Argentina incomprensible, bipolar y dividida

Una Argentina bipolar, dual y dividida

Por Rubén Omar Scollo

No importa el gobierno que conduzca los destinos de nuestro país; sí importan las vicisitudes generadas por las incongruencias, por las diferencias sociales entre pobres, ricos y la otrora clase media desarticulada, magullada y a la que comprometen día tras día.

Argentina sufrió y viene sufriendo desde décadas, gobiernos que dejaron de lado los beneficios de una población, transformados en ajustes que  no hacen otra cosa que poner por el suelo las aspiraciones de la clase trabajadora “de verdad”.

¿Qué país en el mundo se sostiene con sólo planes? ¿Qué país de cualquier continente premia a la clase de habitante que no entrega nada a cambio? (entiéndase prestación o  devolución por el dinero que le otorgan “por alguna razón”) ¿Qué nación integrada al mundo sale a bancar a quienes los medios de comunicación y “algunos mandatarios” han sabido reconocer como los que han atentado contra nuestro país y  otros de Oriente Medio? Porque a partir de confusos pero directos mensajes de la cancillería actual, hubo un reconocimiento hacia una facción terrorista como Hamas, en contra de un estado reconocido, establecido y regido por la democracia. Se podrán tener afinidades o no con comunidades, opciones religiosas, diferencias étnicas, pero adoptar adhesiones a grupos guerrilleros, nos convierte en un país, que se alinea con la barbarie, con el caos.

Hay fricciones dentro de la esencia del actual gobierno. Existen diferencias conceptuales en la forma de  gobernar. Y… ¿quiénes son los que padecen los mayores problemas? Porque todo parecería recaer en  nuestra castigada y vapuleada clase media que hizo méritos. Esos méritos burdamente “condenados” por quien dirige los destinos de nuestra patria.

Y en este mes de mayo, mes en el que nuestra historia marca como gesta política la que enhebraron allá en el tiempo, muchos años atrás, un grupúsculo de decididos patriotas; se nos están cayendo las hojas de los árboles al ver a esta sociedad que lucha simplemente por sobrevivir; por una subsistencia, al margen de la atroz pandemia que nos asola.