
Con 101 años, continúa trabajando y no piensa en jubilarse
Max Oliver a sus 78 años de edad, continúa trabajando a diario en un barco pesquero y no está solo, tiene una compañera de tripulación muy especial: ¡ su madre de 101 años!
La madre de Max se llama Virginia Oliver y todavía se sube al barco tres días a la semana (de mayo a noviembre) para atrapar langostas en la costa de Maine- en los Estados Unidos- haciendo frente a uno de los trabajos más peligrosos del mundo. De hecho, hace un par de meses se cortó tanto que necesitó siete puntos.
En referencia a ese momento, Virginia contó que cuando fue al médico, éste le dijo «¿Para qué estás pescando langostas?», y ella le contestó con seguridad «Porque quiero».
El médico pensó que era demasiado peligroso para alguien de su edad, a lo que ella respondió: «¡Bueno, no me importa lo que pienses!».
Esta centenaria mujer lleva pescando langostas de forma intermitente desde los siete años. Es una labor que solía hacer con su padre cuando se consideraba un trabajo de hombres, y no había otra chica a la vista. Pero luego de 94 años, ella es la dueña del mar.
Después de que su hijo tira de las trampas, Virginia mide las langostas, devuelve al mar las pequeñas, y luego ata a las elegidas.
La mujer asegura que ella es la jefa, y que si su hijo algún día no quisiera salir: «No aguantaría las cosas».
Por su parte, Max dice que su madre nunca se rinde y añade que, si quisiera jubilarse, ella le diría: «Espero que sea porque tienes alguna enfermedad grave».
En cuanto a su propia fecha de jubilación, Virginia dijo que podrán encontrar ese dato en un solo lugar: grabado en su lápida.
«Sólo cuando me muera», dijo.
Fuente: Cozumel Digital