Coronavirus, default y dólar por las nubes. ¿Cuánto podremos aguantar?
Argentina parece más cerca que nunca del default. Los acreedores extranjeros rechazan la propuesta formulada el pasado 17 de abril por el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, y exigen negociar para mejorar las condiciones. Pero Guzmán afirma que “no se puede ofrecer más”. El Gobierno argentino propone reducir en un 62% los intereses de su deuda y no empezar a pagarlos hasta 2023; en cuanto al principal, de 83.000 millones de dólares, quiere reducirlo un 5% e iniciar la devolución a partir de 2026. “Es una propuesta razonable y sostenible”, insiste el ministro.
Por su parte el precio del dólar subió en todas las franjas de un mercado segmentado por los controles de cambio vigentes desde el 1° de septiembre y ajustados con mayores restricciones desde el 28 de octubre, con un tope de USD 200 para la demanda de individuos, y la aplicación de un impuesto “solidario” del 30% desde el 26 de diciembre.
Este miércoles incidió en la demanda de divisas el reconocimiento que hizo el ministro de Economía Martín Guzmán acerca de no pagar un vencimiento de USD 500 millones en intereses de bonos, en medio de la negociación por la reestructuración de la deuda soberana, cuyo plazo, de no mediar una nueva propuesta, expira el próximo 7 de mayo.
El dólar mayorista sumó 14 centavos, a un nuevo máximo de $66,23, para acumular un alza de 10,6% en 2020, comparable con la inflación del período. En una rueda en la que por momentos escaseó la oferta privada, el BCRA volvió a efectuar ventas puntuales por unos USD 70 millones para contener una suba mayor.
Acorde al movimiento de las cotizaciones en dólares de los bonos y las acciones argentinas, las paridades bursátiles del “contado con liquidación” y el MEP finalizaron en zona de máximos, a 111,42 y 109,15 pesos, respectivamente.
En el mercado paralelo, sin negocios de relevancia y solo por “delivery”, el dólar “blue” estuvo ofrecido a 110 pesos, también a precio récord.
Mientras la economía se desploma y el Coronavirus no deja trabajar a la mayoría de los argentinos, el futuro parece más sombrío que nunca con pocas proyecciones de que a corto plazo se reactive el país.
