
Erks: La ciudad oculta y los inicios de su historia
Por Miguel Altamira. Corresponsalía Capilla del Monte.
Secretos y grupos secretos que se mueven en secreto, fuera del alcance de la vista del mortal común y corriente, sobran dentro del mundo del esoterismo Capillense .
Fundaciones, asociaciones, cenáculos de estudio, logias, prioratos, órdenes y hermandades son los principales protagonistas de ese sustrato oculto que, como en todos los países, existen en la Argentina sin que mucha gente lo sepa.
al mejor estilo de Dan Brown, aunque mucho más peligroso, ya que constituyen grupos reales, integrados por individuos reales, que esgrimen pensamientos y proyectos que atentan contra los ideales racionalistas de la Modernidad, la democracia participativa, la libertad y el igualitarismo.
Tal vez por eso se cuidan de no asomar mucho la cabeza. Prefieren las sombras y, en lo posible, el anonimato. Desde ahí desarrollan, sin consecuencias inmediatas, sus propuestas abiertamente racistas, en ciertas circunstancias antisemitas, tanto como marcadas inclinaciones aristocratizantes y mesiánicas, milenialistas, incluso pro-nazi o fascistas.
Es en este universo cerrado, repleto de secretismos y sabios que arrastran a grandes masas acríticas hacia creencias delirantes, y prácticas rituales por demás extrañas y sincréticas,es en donde se forjaron las historias que corrompen las mentes de los “buscadores de la verdad” .
Todo parece indicar que los brujos de turno han hecho bien su trabajo.
Sus ideas se colaron y prosperaron fuera de los núcleos originarios, arrastrando a cientos de personas y empresas dedicadas al turismo; quienes inocentemente y de manera subliminal, difunden concepciones, proyectos e ideologías para nada inocuas.
Se han camuflado bien. Disimularon con cuentos y leyendas inventadas (que a la postre terminaron creyéndoselas) otros dislates más oscuros, que por lo general parten de una literatura esotérica de derecha que enmascara concepciones imperialistas, nacionalismo tradicional extremo y segregación racial.
Por lo general, sus gurús son amantes de las sociedades orgánicas. Sueñan con un Nuevo Orden, cuyo origen no dudan en ubicar en una Edad Media idealizada, romantizada y a la que, nostálgicamente, quieren volver (ahora) de la mano de entidades “cósmicas”. Un verdadero paquete ideológico en el que se mezclan extraterrestres, seres de luz, ovnis, entidades elementales, ciudades perdidas y templarios protectores del Grial marchando a paso de ganso, cual martillos de la animación de “The Wall”.
Es éste. un mundo de sabios e iluminados en los que la duda , no encuentran eco. Lo que el maestro dice no se discute. Él es la máxima autoridad. El guía. El caudillo lúcido que conduce sin ser cuestionado. Sólo cabe seguirlo, obedecerlo. Absorber sus verdades reveladas. Ellos conocen el camino. Han sido “contactados” Y no importa cuán quimérico sea el sendero. Cuanto más ilógico o descabellado se planteen y mayor sea la credulidad de los acólitos, más seguros están de alcanzar la salvación.
Para estos peregrinos del delirio, la ruta 38 es su camino sagrado, y el Uritorco su meca, el resto del mundo vive en el error y la ignorancia; alejados de las verdades sagradas, de los mensajes cósmicos, que sólo los iluminados pueden interpretar y de los que son depositarios.
Como cerebros de un organismo vivo, se sienten los rectores naturales de una Nueva Era que se avecina irremediablemente. Y a la espera de ese momento, se ven obligados a no mostrarse demasiado, a conformar grupos cerrados en donde retroalimentarse mutuamente con sus fantásticas ideas conspirativas.
La información se escamotea o se cobra, por que el intercambio es necesario. Las supuestas pruebas siempre están a buen recaudo, inaccesibles, escondidas en recónditas cámaras subterráneas o en manos de cuidadores celosos que darían su vida para que no se revelaran al vulgo, o quizás sí, por algunas monedas .
Por eso se sienten perseguidos, censurados, por aquello que ellos llaman la ciencia e historia oficial, el sistema corrupto! .
Ellos resisten desde protegidos fortines ideológicos, tomando distintas formas y contenidos; hacen conocer sus coloridas y más arriesgadas teorías , que hacen circular en ámbitos aún más pequeños o conferencias muy selectivas ,en las cuales transmiten sus secretas doctrinas, haciendo uso de un lenguaje críptico, engorroso, que mezcla todo con todo, pero que en el fondo no suele decir nada.
La ciencia (oficial) y la razón (occidental), lejanas a los ideales trascendentes y metafísicos, son sus principales contrincantes. Armas esgrimidas por el enemigo, a los que se acusa de las terribles calamidades que sufre el mundo. Por eso las niegan y combaten, sumergiéndose en un universo alternativo que, sin contención de ningún tipo, desarrolla el pensamiento mágico llevándolo a niveles inimaginables de delirio; y que nos hacen pensar que, en muchos casos, esconden problemas patológicos o psiquiátricos dignos de ser tratados en un consultorio.
En el mundo de los místicos, esotéricos y metafísicos, todo, absolutamente todo, es posible. Incluso la existencia de una ciudad perdida y subterránea en las cercanías del Cerro Uritorco.
Todo aquel que conozca la región de Los Terrones, vecina a la ciudad de Capilla del Monte, sabe de lo impactante que son sus paisajes. De sus gigantescas formaciones pétreas y de las miles de pareidolias que somos capaces de imaginar observando las irregularidades que la erosión hídrica y eólica han producido a lo largo de los siglos. Es el escenario perfecto para desarrollar la imaginación y no es casual que los tours turísticos actuales exploten eso al máximo, estimulando al viajero a ver "rostros", "animales" y "objetos" de todo tipo "tallados" por nuestras mentes en las sierras.
Fue en este sitio donde, hacia finales de la década de 1970, Ángel Acoglanis se reunía con sus seguidores para contactarse con los misteriosos habitantes de la ciudad intraterrena de Erks;
urbe que al día de hoy no se tiene referencia histórica o arqueológica probable y que parece haber sido producto de su propia inventiva.
Erks y los supuestos Hermanos Superiores que la habitan.
Muchas localidades de Córdoba parecen haber sido signadas a nacer bajo las sombras de un hotel. Es algo común en enclaves turísticos. Tal es el caso del Eden Hotel (así, sin acento), erigido en 1898, varios años antes que sugiera la ciudad de La Falda; o el Gran Hotel Viena de Miramar de Ansenuza, levantado a principios de la década de 1940, y que, si bien no fue el germen del balneario cordobés de Mar Chiquita (sí lo fue el Hotel Miramar), le dio a la región un impulso turístico considerable.
En Capilla del Monte ese privilegio lo tiene el legendario Hotel Roma, ámbito de reunión de Acoglanis y sus discípulos cuando la ciudad todavía era un pueblo de no más de 6000 habitantes y no se había convertido en la Meca esotérica de América latina que es hoy
Acoglanis fue el pionero. Después desfilaron por sus instalaciones relevantes místicos y oviniólogos, sabios del ambiente, como Pedro Romaniuk, Guillermo Terrera y Fabio Zerpa entre otros.
En aquel entonces, desde el Hotel Roma partían las caravanas de autos y camionetas, no bien empezaba a bajar el sol, con dirección a Los Terrones. El "guía griego" encabezaba el grupo de elegidos y, tras llegar al sitio convenido, cuando las estrellas titilaban sobre sus cabezas, ellos, los expedicionarios, organizados en semicírculo en la cima del cerro, iniciaban su tan particular ceremonia.
Alli, Acoglanis, vistiendo una túnica blanca y presidiendo la reunión, empezaba a entonar un extraño mantra, en un idioma que él decía era desconocido en la Tierra, El Irdín, "la lengua que hablan las inteligencias superiores". Claro que esas estrofas no eran cánticos al azar. Para los creyentes, el mantra en realidad constituía una invocación a las estrellas y los seres de luz que habitaban en Erks. Pero quien la pronunciaba no era en realidad Acoglanis. Para entonces, el "médico" había canalizado a una entidad de la ciudad subterránea que hablaba a través de él: Sarumah.
Y así, poseído por ese "ser cósmico" y "tras pedir permiso a los hermanos superiores para que se manifestaran", empezaba el espectáculo.
“Una majestuosa coreografía de luces comenzaban a aparecer y desaparecer. No había dudas de que se estaba entablando un diálogo o comunicación. Nos dan la bienvenida, decía satisfecho Acoglanis. Las esferas descendían del cielo, rodeaban la montaña, los árboles y la vegetación del lugar en una manifestación fantástica que, en la mayoría de los casos, motivaban que muchos de los presentes rompieran en llantos de emoción y otros cayeran desmayados al piso de la montaña."
“Erks (Encuentro de Remanentes Kósmicos Siderales) es uno de los lugares donde se concentra toda la información vital del planeta y su relación con el universo circundante". "En contadísimas ocasiones, en medio del despliegue de luces que rodeaban el lugar donde se encontraban los invitados, de la profundidad del valle comenzaban a emanar rayos de luz de distintos colores y en forma mágica: se materializaba la ciudad de Erks"
Entre 1981 y 1989 los cursos, charlas y visitas nocturnas a Los Terrones se sucedieron periódicamente y Acoglanis, poniendo todas sus energías en el tema, no sólo se convirtió en un contactado famoso dentro del ambiente esotérico sino también en un reverenciado teórico cuyo legado quedó plasmado en una serie de panfletos de reducida circulación, conocidos como Los Diarios de Erks .