Islas Galápagos, maravilla de la humanidad

Islas Galápagos, maravilla de la humanidad

El descubrimiento del archipiélago: Luego Darwin

La colonización de las islas Y la anexión política de la zona

Museo Adventista de la Costa

Historia de las Islas Galápago

La historia de las Islas Galápagos es la serie de hechos sociales que se llevaron a cabo ahí desde su descubrimiento hasta la actualidad. No se debería confundir con la historia geológica y evolutiva que del archipiélago.

El descubrimiento del archipiélago

Fray Tomás de Berlanga

Se sospechó de una posible colonización humana de las islas por parte de indígenas sudamericanos antes de la llegada de los españoles ya que los arqueólogos Thor Heyerdahl y Arne Skjolsvold encontraron en 1952 fragmentos de cerámica parecidos a estilos cerámicos del continente sudamericano, aunque estudios posteriores demostraron que aquellos fragmente son mucho más recientes, por lo que se ha descartado esta teoría.

Formalmente, las islas Galápagos fueron descubiertas por casualidad el 10 de marzo de 1535, cuando el barco del obispo de Panamá fray Tomás de Berlanga se desvió de su destino a Perú, donde cumpliría un encargo del rey español Carlos V para arbitrar en una disputa entre Francisco Pizarro y sus subordinados tras la conquista del imperio incaico.

Una cantidad de iguanas marinas, los lobos marinos y muchos tipos de aves, recalcando la inusual mansedumbre de los animales y que expresaba en las siguientes palabras:“días; eran tan grandes las corrientes, que nos engolfaron de tal manera, que miércoles en diez de marzo, vimos una isla; e porque el navío no había más agua que para dos días, acordaron de echar la barca e salir a tierra por agua e yerba para los caballos. … E salidos no hallaron sino lobos marinos, e tortugas e galápagos tan grandes que llevaban uno un hombre encima, e muchas higuanas que son como sierpes

Exploración, mapas y piratas

Los primeros mapas en incluir las islas fueron realizados por los cartógrafos Abraham Ortelius y Mercator alrededor de 1570. Fueron incluidas dentro del Theatrum Orbis Terrarum de Ortelius, conocido también como el "primer atlas moderno" con un total de 53 mapas. Ahí las islas estaban descritas como "Insulae de los Galopegos" (Islas de las Tortugas). Esto probablemente tuvo influencia en el nombre del archipiélago puesto que sus mapas tuvieron mucha demanda hasta el año 1612.

Museo

El archipiélago fue usado constantemente por piratas ingleses como escondite mientras buscaban robar a los galeones españoles en sus viajes de América hacia España. Muchos de ellos atracaban en las islas y después atacaban el puerto de Guayaquil. En 1593 se registró a Richard Hawkins como el primer pirata que atracó en las Galápagos. Desde entonces y hasta 1816 muchos piratas llegaron al archipiélago. Recién descubiertas las islas se encontraban deshabitadas y los barcos que pasaban junto a su ubicación coincidían cuando el archipiélago era tapado por la niebla. Diversos acontecimientos las llevaron a ser conocidas como las "Islas Encantadas" e incluso algunos navegantes españoles afirmaban que no existían y solo eran espejismos.

Durante el siglo XVII, el bucanero inglés William Ambrosia Cowley cartografió las islas Galápagos durante su circunnavegación del mundo. No se conoce en detalle toda su expedición alrededor del archipiélago más allá de que fue incluido dentro del proyecto de circunnavegación. Años más tarde publicaría el mapa de las Galápagos en 1684.Por otro lado, Alexander Selkirk, el hombre cuyas aventuras en las islas de Juan Fernández inspiraron a Daniel Defoe para escribir Robinson Crusoe, visitó las Galápagos en 1708 luego de que fuera rescatado de la isla Juan Fernández por el corsario Woodes Rogers. Rogers fue al archipiélago para reparar sus naves luego de saquear el puerto de Guayaquil.

Los balleneros capturaron y sacrificaron miles de tortugas del archipiélago para extraer su aceite. Las tortugas podían sobrevivir por meses sin alimento ni bebida, por lo que se las transportaba en los barcos a manera de alacenas vivientes que al ser sacrificadas proveían proteína fresca a los marinos. La cacería de estas tortugas fue la causa de la gran disminución, y en algunos casos hasta la destrucción de ciertas razas de este quelonio. Junto con los balleneros, llegaron los cazadores de focas peleteras, lo cual llevó a las tortugas a un punto cercano a su extinción. La primera misión científica que visitó las Islas Galápagos fue la expedición Malaspina, una expedición española dirigida por Alejandro Malaspina que llegó en 1790. Sin embargo, los registros de la expedición nunca fueron publicados.

La colonización de las islas

Anexión y estatus político de las islas

Mapa de Ecuador con las islas Galápagos.

En 1809 se registra la llegada del primer colono durante el siglo XIX, llamado Patrick Watkins. Fue un navegante irlandés que fue exiliado en Floreana, desde 1807 a 1809. Se considera que él fue el primer residente del archipiélago ya que los anteriores navegantes lo usaban solamente como lugar temporal de anclaje para los barcos. De acuerdo con relatos posteriores, Watkins logró sobrevivir cazando, cultivando vegetales y comerciando con cazadores de ballenas, hasta que finalmente, descubrió un bote y lo usó para navegar hacia Guayaquil. En octubre de 1831 José de Villamil envió una comisión exploradora al archipiélago de las Galápagos con el fin de averiguar sobre la existencia de orchilla, planta utilizada en tinturar los tejidos y que se exportaba a México.

Además de los primeros intentos de colonizar que se hizo durante 1830, se debería esperar a finales del siglo XIX para que se desarrolle otro intento importante de colonización de las Galápagos, ahora por José Valdizán y Manuel Julián Cobos. Empezaron guiados por sus intereses científicos con el objetivo de dedicarse a la explotación de un tipo de liquen que se recolectaba en las islas (Roccella portentosa) y que se usaba como colorante.

Floreana. Los dirigía una mujer, presumiblemente una impostora, que decía ser la baronesa austriaca Eloise Wagner de Bousquet. La acompañaban dos hombres de origen alemán, ambos en evidente relación íntima con la "Baronesa": Rudolf Lorenz, que anteriormente había dirigido un negocio llamado "Antoinette" en París junto con la baronesa y lo había llevado a la quiebra, y Robert "Bubi" Philippson, de Berlín. Inicialmente, un sirviente ecuatoriano llamado Manuel Valdivieso también pertenecía a este grupo, pero pronto volvió a abandonar la isla. La intención declarada de la baronesa era construir un hotel de lujo en Floreana, para lo que se entregaron grandes cantidades de materiales de construcción. La llamada "Hacienda Paradiso", sin embargo, al final sólo consistió en una cabaña de chapa ondulada con dos habitaciones. La presencia del "filósofo Robinson" Ritter y de la autoproclamada "Emperatriz de Floreana" (así se presentaba la baronesa en los artículos periodísticos) atrajo posteriormente una y otra vez a visitantes, principalmente ricos propietarios de yates estadounidenses, a la remota isla.

La colonia abandonada, supuestamente alejada de toda civilización, se convirtió en una atracción para turistas adinerados; los colonos de Floreana recibían regularmente ricos regalos de ellos y posteriormente también elaboraban listas de la compra para futuros visitantes. En particular, el millonario y filántropo estadounidense Allan Hancock visitaba regularmente la isla con su yate, en el que numerosos científicos, entre ellos el zoólogo y biólogo marino John S. Garth, recorrían el archipiélago de las Galápagos. Desde el principio, la coexistencia de los demás colonos con la baronesa y sus compañeros estuvo plagada de conflictos. En noviembre de 1932, un cazador noruego resultó gravemente herido, y en junio de 1933, un comerciante danés que anteriormente había vivido temporalmente en la "Hacienda Paradiso" fue herido de gravedad por una bala en el estómago, que la baronesa le había infligido en circunstancias inexplicables.

Además de la inspiración para Robinson Crusoe, las islas fueron importantes también para el escritor Herman Melville quien durante sus continuos viajes, paso varios días en las Islas que le sirvieron de inspiración para escribir diez relatos cortos de ‘Las Encantadas’. El libro sería publicado en 1856. Algunos de los relatos importantes son ‘Los dos lados de una tortuga’, ‘La fragata y el barco fantasma’ y ‘La isla de Norfolk y la historia de la chola viuda’. Años más tarde, el filósofo español José Ortega y Gasset haría referencia a estas islas en su ensayo ‘Espíritu de la letra’, publicado en 1927. Este ensaño son una serie de reflexiones sobre la expedición del estadounidense William Beebe realizada en el Noma

expedición a los túneles de lava

La creación del parque nacional

Estación Científica  DARWIN: Conservacionismo de la fauna

En 1959 se crea el Parque nacional Galápagos cubriendo el 97% del territorio. En la siguiente década empezaría también el turismo en las islas con la adecuación del aeropuerto de Baltra, la apertura de los vuelos comerciales y convenios con empresas turísticas. Debido a la escasez de infraestructura en puerto, el turismo de crucero sería el que empezaría a cobrar más fuerza con la definición de los distintos sitios de visita, políticas y restricciones vigentes en la actualidad. Para el año de 1962, existía un total de 2.391 habitantes.

Además, junto con la creación del Parque Nacional, también empezó la Fundación Charles Darwin (FCD). Ambas instituciones en conjunto se crearon para proteger la vida silvestre y conservar los ecosistemas de Galápagos: el Parque Nacional como una institución gubernamental que hace cumplir las leyes y normas de conservación, la FCD como una organización internacional que realiza investigaciones y proporciona conocimientos científicos. Las dos instituciones se complementan entre sí y ambas llevan a cabo programas de educación y capacitación.

Patrimonio de la Humanidad

La Unesco declaró a las islas Galápagos como Patrimonio Natural de la Humanidad en 1979 y, seis años más tarde como Reserva de la Biosfera (1985). En el 2007 la Unesco declaró a las islas Galápagos como Patrimonio de la Humanidad en riesgo medioambiental y estuvo incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro hasta 2010.