La ciencia avanza con nuevos descubrimientos: Los denisovanos
Entre 400000 y 48000 a. C., un grupo humano, más tarde llamado Denisovanos vivió en Asia. Luego se mezclan con humanos expandiéndose desde África a lo largo de la costa del sur de Asia. En 2010, la evidencia fósil de una cueva siberiana en 2008 reveló que su ADN estaba relacionado con el ADN de personas de Nueva Guinea, que contenía un 4.8% de ADN de Denisovano.

Parte de su rostro, cuevas donde vivían los DENISOVANOS
El término homínido de Denísova, o simplemente denisovano, es el nombre dado a una especie o subeespecie del género HOMO, identificada a través del análisis del ADN de restos óseos descubiertos en 2010 en las cuevas de Denísova, en Altái (Siberia) y que pertenecieron a una niña a la que se denominó mujer-X. Se ha sugerido que este homínido vivió entre hace 1,00 y 0,04 millones de años en áreas en las que también vivían neandertales y Homo Sapiens, aunque su origen se encontraría en una migración (salida de África) distinta de las asociadas con humanos modernos y neandertales.
El nombre científico y su taxonomía aún no están del todo definidos, estando asignado como especie o subespecie sin determinar: Homo denisoviensis u Homo altaiensis, Homo sapiens ssp. 'Denisova',Homo sp. Altái, u Homo sapiens altaiensis.
Se puede afirmar que existía cierta diversificación en la especie, ya que se ha demostrado hibridación con el hombre de Neandertal de quien contiene un 17 % de su ADN, y al menos dos momentos de hibridación con el Homo sapiens, pues se halla ligeramente en el ADN de poblaciones actuales procedentes de Oceanía y Asia de forma diferenciada. Se cree que los denisovanos se separaron del hombre de Neandertal y de los humanos modernos hace unos 700 000 años.
Descubrimiento
Un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), liderado por Svante Päavo, secuenció ADN Mitocondrial (mtDNA) extraído de un fragmento de hueso proveniente del dedo de una niña que fue encontrada en 2008 en las cuevas de Denísova (restos nombrados como mujer X, con nombre de catálogo Denísova 3), en los montes de Altái de Siberia, en un estrato datado en 50 000 a 30 000 años antes del presente. En la misma capa en la que apareció el hueso, también se encontraron distintos artefactos y herramientas. El análisis del mtDNA indica la existencia de un ancestro común entre el homínido de Denísova, Homo sapiens y hombre de Neandertal, que pudo vivir hace aproximadamente un millón de años. El ADN mitocondrial indica que este homínido procede de una migración desde África distinta a la de la entrada de Homo sapiens en Europa, a la de los ancestros de los neandertales y distinta, asimismo, del éxodo temprano de Homo erectus.
En 2010 se descubrió una falange de pie, catalogada como Denísova 5, posible H. neandertalensis o híbrido de esa especie con el homínido de Denísova) y una antigüedad similar a los otros fósiles encontrados y atribuidos a un homínido de especie distinta. El mismo año se encontró otra muela, catalogada como Denísova 8, que aportó más material genético para el estudio y que ofreció una fecha de 60 000 años más antigua que la de otro molarhallado diez años antes.
Parte de una falange hallado por investigadores alemanes
Una vez establecida como especie diferente de neandertales y Homo sapiens, la investigación se dirige hacia establecer la relación con otros fósiles encontrados en Asia, en especial los de Homo Erectus encontrados en Java y China y los de otros homínidos cuyas características morfológicas tienen diferencias y coincidencias con las de Homo erectus y Homo sapiens.
Genoma nuclear
Utilizando ADN extraído de un hueso del dedo, que se ha determinado que perteneció a una pequeña de unos 7 años, un estudio internacional, liderado desde el Instituto Max Planck ha obtenido la secuencia del denoma del homínido de Denísova, manera que ha ratificado que se trata de una especie diferente a los neandertales y los Homo sapiens, que habría compartido con los neandertales un ancestro hace unos 650 000 años y con los humanos modernos hace 800 000 años.
El estudio realizado en 2016 por el equipo de Atapuerca y el Instituto Max Planck de Alemania, encabezado por Matthias Meyer y Svante Pääbo, fue concluyente: los humanos de la Sima de los Huesos tienen un estrecho parentesco con Homo neanderthalensis.
En 2018 se publicó el genoma obtenido de Denisova 11, un fragmento de hueso perteneciente a una joven híbrida de primera generación, hija de una mujer neandertal y un hombre denisovano. Se la ha llamado, es el único homínido híbrido de primera generación jamás hallado; revela que los homínidos se cruzaron entre ellos más a menudo de lo que se pensaba. Esto puede sugerir que grupos extintos, como los neandertales, no desaparecieron sino que fueron absorbidos por nuestras especies. Tales eventos de intercruzamiento se pensaba que eran extraños: “la probabilidad de encontrar una primera generación de híbridos fue siempre considerada como infinitesimalmente baja”, dice Katerina Harvati-Papatheodorou, de la Universidad de Tübingen, Alemania.
Molar pieza encontrada casi intacta
Por otra parte, todo parece indicar que la especie de los denisovanos se dispersó ampliamente en el pasado, y además, que los actuales humanos de Papúa en Nueva Guinea (población étnica de papúa), Australia (aborígenes australianos e isleños del estrecho de Torres) y Melanesia (melanesios) tienen entre un 4 % y un 6 % de material genético de los homínidos de Denísova.
Del análisis del genoma denisovano se ha concluido que los homínidos de Denísova se cruzaron con un grupo de los primeros seres humanos que en ese momento también vivían en Eurasia (0,5-8 %). Se ha presentado la hipótesis según la cual este desconocido tercer grupo arcaico, que se habría separado de los otros hace más de un millón de años, podría tratarse del Homo erectus.
A partir de la comparación del genoma de los restos de en ese momento con el del Hombre de Ust´- Ishim (Homo sapiens, río Irtysh en Siberia, actualmente la Federación rusa), se ha comprobado que este segundo, que representa un intento de colonización de Eurasia a partir de África fallido en cuanto a la persistencia de descendientes actuales, no parece tener contribución de los denisovanos.
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