La estatua que se da vuelta a medianoche

La estatua que se da vuelta a medianoche

En mi trabajo de periodista he  recibido muchos mensajes contándonos diferentes versiones de historias sobre la estatua de mármol que está en el cementerio de la Ciudad de General Cabrera en la Región del Maní ; la mejor que hemos escuchado es esta ya que agrupa las demás versiones de un mismo tema.

Asado de los chicos de “la promo” , por razones obvias vamos a omitir en que año sucedió y de cuál de los secundarios locales egresaban ese año los adolescentes y vamos a cambiar los nombres de los protagonistas, después de comer la carne a la parrilla  que había salido muy despareja en cuanto al punto de cocción empezó el momento de las historias y anécdotas de los años compartidos en la institución educativa hasta que alguien tiro la idea de visitar de noche el cementerio local, unos se entusiasmaron con la idea, otros  dijeron que era una locura y la mayoría dijo que sí para cumplir con los demás pero el miedo les corría por la espalda.

Mientras unos saludaron y se fueron a sus hogares, una veintena de adolescentes enfilaron rumbo al cementerio entre bromas y rizas, apenas ingresaron caminaron por el pasillo principal y la parada obligada fue la estatua de la mujer acostada a la vera del carril central del camposanto; los visitantes se sentaron en forma de semicírculo en el pasillo central, el más ancho del cementerio mirando a la mujer que parecía mirarlos ya que les daba de frente a los jóvenes y su espalda apuntaba hacia la Ruta 158.

Alejandra, la más curiosa del grupo leyó la placa y todos supieron que la sepultura era de Angelita Cima que había nacido en el año 1897 y fallecido con sólo 37 años de vida.

Matías contó que su abuela decía que cuando la mujer era muy joven había muerto su enamorado y que como estaba sepultado en el mismo cementerio se daba vuelta cada noche para verlo venir. La teoría de Matías duró sólo unos minutos ya que Alejandra leyendo la placa le hizo saber que el esposo había muerto después que ella en el año 1956; a lo que Mariana una experta en novelas de amor agregó una nueva teoría de que tal vez el amor de su vida y su esposo no sería la misma persona.

Andrés contó que su abuela le hacía tocar siempre la estatua para que comprobara que a pesar de que el mármol es el más frío de los materiales la estatua de mármol siempre estaba caliente, como si esa estatua tuviera vida; cuando estaban los jóvenes en el cementerio era pleno mes de Julio y efectivamente cuando Javier abandona el semicírculo de amigos para tocar el monumento comprueba que en verdad estaba tibia.

La conversación giró en torno al origen de la obra de arte fúnebre, Cecilia dijo que en su familia se comentaba que la mujer falleció después de darle la comida a sus niños pequeños y que quedó en esa posición ya que suponiendo que eran sus últimos minutos los seguía vigilando, por lo tanto habían mandado tallar la misma teniendo en cuenta la posición en la que falleció. Paula en cambio tenía otra teoría de que es una estatua que representa el descanso final y que en varios cementerios del mundo está tallada de la misma manera, de ser verdad esta versión dejaba por tierra la historia que contaba la familia de Cecilia.

Verónica contó la versión que ella había oído “…yo escuche que le llaman la dormilona , es una mujer que estaba enferma que  murió mientras dormía y su esposo mando a hacer una estatua ..”

A medida que pasaban los minutos aparecían nuevas historias, un verdadero compendio de mitos urbanos, ya que cada familia de Cabrera por tradición oral contaba la versión propia de la mujer acostada del cementerio. Un historiador que quisiera contar el origen de este lugar tan particular del cementerio seguramente se topa con el mismo problema de la diversidad de tradiciones orales, cuyo único punto de coincidencia es que dejó niños pequeños . Con un solo dato la tumba es de Angelita Cima, parte de una familia ilustre de Cabrera.

Tal vez ustedes que leyeron el relato hasta aquí no repararon en un detalle del mismo… Por si no quedó claro lo volvemos a escribir “…los visitantes se sentaron en forma de semicírculo en el pasillo central, el más ancho del cementerio mirando a la mujer que parecía mirarlos ya que les daba de frente a los jóvenes y su espalda apuntaba hacia la Ruta 158…”; si un grupo de jóvenes se sentara en semicírculo en el pasillo central del cementerio estaría viendo la espalda y no el rostro de la mujer… Para decirlo mejor aquellos jóvenes que no se atreven a contar la historia en público habrían visto la estatua dada vuelta… Verdad o simplemente mito urbano de la Ciudad.

Cada persona que pasa por el cementerio no resiste la tentación de pasar por allí como si la estatua tuviera magia propia, hasta recientemente una conocida modelo de Río Cuarto posó allí para varias fotos.

Tal vez todo sea mentira pero... usted no escuchó un ruido extraño detrás suyo...