La importancia de los antropólogos en las grandes corporaciones
Por Rubén Omar Scollo
La idea que está instalada en la sociedad es que quien se dedica al campo de la antropología o quien estudia esa carrera, sólo estará durante su vida laboral, dedicado al análisis y a la investigación de los legados del pasado. Nada más incierto por estos tiempos de cambios profundos.
Los profesionales del área tienen la puerta abierta para interaccionar interdisciplinariamente con otras profesiones, pero más aún pueden dedicarse a investigar otros contextos con notable validez. De acuerdo a consideraciones vertidas años atrás ( reflotada en la actualidad por estudiosos del tema en cuestión), Nassim Taleb, un especialista en riesgo empresarial y autor del libro “El cisne negro”, había asegurado “que el hombre tiene una idea generalmente errónea del riesgo, ya que tiende a tomar en cuenta sólo aquellos eventos que puede predecir mirando el pasado, y no considera los eventos extraordinarios que presentan verdadero impacto, pero que no se pueden predecir”.
Buen análisis del profesional e investigador de las ciencias sociales, dentro de los marcos empresariales. Es por eso, que los antropólogos necesitan estudiar los hábitos y las creencias, los mecanismos que llevan a la toma de importantes decisiones, los deseos insatisfechos y muchos más de nuestros clientes y de nuestros clientes potenciales. Tal es la visión que se viene dando desde hace un lustro, que la meta de muchos empresarios es la incorporación a sus equipos de trabajos, de profesionales de la antropología para rediseñar sus políticas empresariales.
El concepto del antropólogo sólo vinculado al estudio de antiguas culturas parecería tener una derivación hacia las temáticas y preocupaciones del presente, en áreas antes no tenidas en cuenta.
Tomy Kelley, fundador de IDEO, compañía dedicada a la innovación con sede en Sillicon Valley, y con grandes clientes tales como Apple, Nokia, Nike y Prada, había definido meses atrás que “entre los papeles claves que se deben innovar tanto en el desarrollo de un producto , idea o un negocio, está el del antropólogo.Y el por qué de lo expresado por el empresario, se basa en que muchas cosas no serían averiguadas con sólo preguntarle al cliente “qué uso hace del producto”. Según su pensamiento se debe ir al campo, salir del laboratorio y observar al cliente en situación de uso.
El CEO Kevin Roberts, gestor de una de las agencias de publicidad más notorias de los Estados Unidos, no se cansa de repetir “que si se desea aprender sobre el comportamiento de un león, él, no iría al zoológico, sino a la selva”.
Todos esos detalles, para los amantes de esa disciplina maravillosa como el de la antropología, sólo proporciona una apertura sólida y fehaciente, para que sus profesionales actúen en otras áreas de las que se daban por sentado hace unos años. Y ésto, amplía las posibilidades laborales y de colaboración para mejorar los rendimientos de las empresas.
