La visión de José Hernández sobre nuestras queridas islas
José Hernández y su opinión sobre las Islas Malvinas
Hernández fue el fundador, propietario y director del diario El Río de la Plata y a finales de 1869 llamó a defender nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas: "Entre tanto deber es muy sagrado de la Nación Argentina, velar tanto por la honra de su nombre, por la integridad de su territorio y por los intereses de los argentinos. Estos derechos no se prescriben jamás". Así llamaba José Hernández a las autoridades nacionales de entonces, encabezadas por el presidente Bartolomé Mitre a asumir un compromiso de defensa de nuestro territorio.
Hernández publicó en ese medio periodístico de entonces, una carta descriptiva de un viaje a las Malvinas realizada por su amigo el Comandante D. Augusto Lasserre, Jefe de la Marina Nacional. Y agregó comentarios del profundo significado patriótico y estratégico del deber de defender la soberanía de las Islas Malvinas.
La Librería del Plata situada en Tacuarí 17 de la ciudad de Buenos Aires en un edificio que se conserva en muy buen estado, fue donde funcionó la redacción del diario. Allí Hernández fue librero, periodista, editor y escribió en 1879 La vuelta de Martín Fierro. El Rio de la Plata tuvo corta vida: el primer número salió el 6 de agosto de 1869 y el último el 22 de abril de 1870. Pero tuvo alto voltaje político y gran repercusión.
En 1952 el editor Joaquín Gil reunió en un libro tanto la carta de Laserre como los artículos de José Hernández tal como fueron publicados por el autor del Martín Fierro en el Rio de la Plata. La descripción del marino es muy importante ya que poco se conocía sobre la geografía, flora y fauna y la actividad industrial en las Islas. Pero lo que en su momento tuvo mayor trascendencia fue la voz de Hernández, potente como era su costumbre, alzándose con fuerza sacudiendo las conciencias de los gobernantes y del público sobre el deber de defenderlas.
EN uno de sus párrafos se expresaba: “Se concibe y se explica fácilmente ese sentimiento profundo y celoso de los pueblos por la integridad de su territorio, y que la usurpación de un solo palmo de tierra inquiete su existencia futura, como si se nos arrebatara un pedazo de nuestra carne. La usurpación no sólo es el quebrantamiento de un derecho civil y político; es también la conculcación de una ley natural”…
Así, muchos pensaban en esa época al territorio enmarcado en el Río de la Plata (Agradecimiento a la Biblioteca Nacional de CódigoCba)