
"Los humanos tienen cerebro grande y mucha tristeza" afirmó Bruner, paleoantropólogo italiano
Científico italiano hace una advertencia sobre el cerebro humano
En el Campus Universitario Mar de Barcelona, donde impartió una conferencia durante unas jornadas organizadas por el Hospital del Mar, el científico italiano fue entrevistado por el medio periodístico europeo El País.
A la evolución solo le interesa una cosa: procrear y perpetuar la especie, asegura tajante el paleoneurobiólogo Emiliano Bruner (Roma, 52 años). Nada más que eso. No le importa nuestro padecimiento ni nuestro malestar emocional, solo nuestra reproducción: “La evolución no vela por nuestro bienestar, sino por el éxito evolutivo”, resuelve el científico. Y, según cómo se mire, la travesía del Homo sapiens, que ha logrado establecer en el planeta 8.000 millones de individuos, es un éxito evolutivo. Siempre y cuando se compare, claro, con otros homínidos. Porque si en frente están las cucarachas, por ejemplo, que llevan más tiempo en la Tierra y tienen una capacidad de propagarse infinitamente mayor, lo conseguido por los humanos modernos es una nimiedad. Todo es cuestión de perspectiva.
Bruner trabaja con cerebros humanos de ayer y hoy. Aunque empezó estudiando arañas y escarabajos en la carrera de Biología, dio el salto al ser humano hace tres décadas con un doctorado en paleoantropología, para estudiar la evolución de la especie a través del análisis y la reconstrucción de la cavidad interna del cráneo en fósiles ancestrales. De ahí, se lanzó además a la arqueología cognitiva, para estudiar el comportamiento de los homínidos extintos a través de su rastro en el entorno.
El científico, que ejerce como paleobiólogo en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, fue entrevistado por el EL PAÍS tras dar una conferencia en Barcelona en el marco de unas jornadas de la Unidad de Obesidad y Cirugía Bariátrica del Hospital del Mar.
Especializado en integración visoespacial —cómo el cerebro recibe y procesa la información visual y somática—, Bruner advierte de que los humanos han desarrollado un cerebro tres veces más grande de lo que tendría que tener un primate de nuestro tamaño y quizás “la estructura no está preparada para tanta potencia”. El cerebro “piensa mucho y el cuerpo sufre porque no está preparado para un motor que fuerza tanto”, afirmó durante la charla. “Nos guste o no, tanto tiempo sobre la Tierra en comparación con la evolución de otros homínidos y algunas situaciones son injustificables en cuanto a la utilización del cerebro. En circunstancias la tristeza es predominante”. Agradecimiento Fuente: EL PAÍS y a © Kike Rincón (EL PAÍS).