Los orígenes míticos de la cultura Muisca en Colombia
Los orígenes míticos de la cultura Muisca en Colombia

Los orígenes míticos de la cultura Muisca en Colombia

 

Ofrenda a los dioses en la cultura amerindia Chibcha

 

Por Rubén Omar Scollo

 

 

Los muiscas (del muysc cubun: muysca; AFI: /mʷɨska/) son un pueblo indígena amerindio que ha habitado el altiplano cundiboyacense y el sur del departamento de Santander, en el centro de la actual República de Colombia, desde aproximadamente el siglo VI a. C. También esa etnia era reconocida como Chibcha.

 Los orígenes míticos la cultura muisca. Dentro de la cultura muisca, existían fuertes lazos entre las leyendas, la naturaleza y la percepción de lo sagrado. De esta manera desarrollaron diferentes mitos en relación a su origen.

Y Hace apenas unos meses atrás fueron halladas ocho vasijas llenas de esmeraldas. Los arqueólogos han hallado los recipientes en la zona en la que se buscó El Dorado, durante la conquista española de América. En su interior se depositaron decenas de gemas junto con figurillas de oro y plata.

Cuando desde España llegaron a la región en el siglo XVI, se dieron cuenta que tanto las joyas como las piedras preciosas se enterraron como ofrenda a dioses o antepasados. Los europeos  se sorprendieron ante la habilidad de  los indígenas locales respecto al trabajo de los metales. La abundancia de objetos fabricados con oro pronto dio pie a la leyenda de una ciudad construida enteramente con este metal, idea reforzada por un ritual indígena en el que el rey se untaba el cuerpo con polvo dorado y arrojaba objetos de oro a una laguna sagrada.

Aunque los conquistadores nunca dieron con la mítica ciudad los arqueólogos llevan ya algún tiempo recuperando los objetos bellamente labrados de la cultura Muisca, que dominó la región a partir del siglo VI a.C. hasta la llegada de los europeos en 1530. Las esmeraldas fueron talladas cuidadosamente antes de ser ofrecidas en el templo; y las  figurillas podrían representar tanto a dioses como a nobles o sacerdotes.

El templo fue excavado como medida preventiva antes de que se inicien las obras de una nueva carretera, encontrándose las vasijas tanto dentro del recinto como a su alrededor. El hallazgo de homenajes de este tipo es algo habitual en esta cultura, y están usualmente asociados al culto del dios del sol Sua y su esposa Chia (la luna).

 

Los investigadores quedaron atónitos y se sorprendieron al dar con la primera vasija, en su interior no solo encontraron esmeraldas sino que también sacaron a la luz vívidas representaciones de nobles personajes ataviados con cetros, armas y espectaculares tocados. Según progresaron los trabajos fueron apareciendo nuevas joyas con forma de serpientes y agujas. Por eso es que notaron que el contenido de una de las vasijas, junto a las esmeraldas encontraron serpientes perfectamente diseñadas, agujas, figurillas e incluso una caracola.

Para el director de la excavación Francisco Correa está claro que los recipientes fueron algún tipo de sacrificio ritual, pues según cuentan las fuentes hispánicas los indígenas enterraban objetos de gran valor como muestra de respeto y para conseguir el favor de los espíritus.

Sin embargo Correa no se muestra tan seguro sobre a quién irían dirigidas las ofrendas, por un lado cree que se podría tratar de un culto a los antepasados, pero tampoco descarta que fuera un templo dedicado a la pareja divina formada por el sol y la luna. Sin más datos es imposible determinarlo con seguridad. Gentileza  Fotos: Francisco Correa (National Geografhic)