Agentes inmobiliarios: claves para el desarrollo de nuevos negocios y el aporte de valor agregado al sector

Agentes inmobiliarios: claves para el desarrollo de nuevos negocios y el aporte de valor agregado al sector

En sintonía con lo que sucede en otros lugares del mundo, el agente inmobiliario aparece como una pieza fundamental en la relación con los clientes y en la captación de nuevos negocios para el corredor. Cuáles son las habilidades diferenciales con las que potencian su impacto.

Frente a un contexto en permanente cambio, adaptarse a los tiempos que corren y hacerlo con valor agregado resulta la mejor ecuación. En el caso del sector inmobiliario, son cada vez más los profesionales que advierten el vital aporte de los agentes, que vienen afianzándose a la hora de brindar experiencias memorables a los clientes y potenciar los negocios de los corredores.

En Córdoba, la tendencia pisa fuerte de la mano de inmobiliarias como Taiana Propiedades, Burni Inversiones Inmobiliarias, LiCasa, Salvatierra Asesores Inmobiliarios, Grupo Banker, Grupo SG, Olsen, Denat, Carlos Paladino e Hijos, y Sergio Villella, entre otros. Tal como señala Liliana Caro Sagripanti, directora de LiCasa Bienes & Raíces, “nuestro negocio no son las casas, son las personas”.

Ese es el concepto que sobrevuela desde hace unos años en el sector: los profesionales han entendido que el foco debe estar puesto en las personas y no tanto en las propiedades. En ese sentido, los agentes se han convertido en la mejor manera de ofrecer valor agregado y de acompañar a los clientes sin fricciones.

El agente inmobiliario se posiciona en el sector gracias a su perfil proactivo y dinámico. Se trata de personas que buscan desarrollar su marca personal y que quieren crecer económicamente a partir de equipos de trabajo en los que se destaca el uso de las nuevas tecnologías, la profesionalizacion y la constante capacitación.

Así, se erigen como el mejor diferencial para ser los nexos con clientes que demandan mayor personalización y que requieren asesoramiento y transparencia en todos los puntos de cada proceso. Y se integran de manera estratégica en grupos multidisciplinarios.

Por eso, al igual que ocurre con el trabajo colaborativo y la incorporación de las nuevas tecnologías, los agentes inmobiliarios se volvieron un factor clave en la dinamización del sector de bienes raíces. De hecho, el auge de ese rol representa la necesidad de transformar la obsoleta figura del “vendedor”, vinculada con un empleado en relación de dependencia que trabaja por un sueldo mínimo y sin posibilidades de crecimiento.

Y aunque la figura del agente sigue siendo resistida por un grupo minoritario de “dirigentes históricos” de los Colegios de Martilleros, se trata de un fenómeno consolidado que incluye perfiles emprendedores muy diversos.

En el actual contexto, donde el mercado de bienes raíces empezó a mostrar algunos signos de recuperación, la figura del agente inmobiliario se volvió una pieza clave a la hora de ganar mercado, captar nuevos clientes y no perder competitividad frente a otras inmobiliarias.