Argentina  o la confusión de dirigentes y de los manifestantes
Argentina  o la confusión de dirigentes y de los manifestantes

Argentina o la confusión de dirigentes y de los manifestantes

Argentina: dividida, desquiciada y atormentada

Por Rubén Omar Scollo

Cuando el fiscal de la Nación Diego Luciani (conjuntamente con él, actuó su par Sergio Mola en todo el proceso investigativo, más un equipo de personal especializado en delitos) pidió la cantidad de años a los imputados, las mayores penas “cayeron” sobre la ex presidente y actual vice Cristina Fernández de Kirchner y Lázaro Báez.

Luego siguió en orden descendente ese pedido de años, al resto de los “supuestos acusados de corrupción y malversación de fondos destinados a la obra pública de Santa Cruz”. Una vez conocido el pedido del fiscal y luego de su extensa alocución, cientos de personas se agolparon a las puertas de la casa de la funcionaria cuestionada, en el selecto barrio porteño de la Recoleta. Pasaron las horas y los partidarios del gobierno, algunos de ellos visibles militantes de la agrupación “Camporista”, fueron “eyectando” a quienes trataban de chorra a la actual vice. La policía sólo hizo cordones de contención para evitar disturbios, aunque hubo algunos pequeños desmanes, pocos por cierto.

A partir del conocimiento de la solicitud del fiscal (cabe recordar que para que la sentencia quede firme, falta una eternidad y en Argentina todo es posible), los medios de comunicación salieron a disparar munición pesada. Del lado de TN hacia un sector; del lado de C5N, hacia la otra punta del arco de la política¿Qué nos sucede a los argentinos? Y eso va para unos y otros; es decir, para un lado u otro de la delicada grieta. El país está sumido en una crisis, de las peores y de las  más purulentas. El país, atraviesa un proceso de pobreza que se fue generando durante décadas, no obstante agravado en los últimos meses del gobierno de JXC y atravesado por la impericia de los años de Alberto. El país, de noble y bella geografía, aunque con habitantes de donde “emerge la masa de dirigentes”,  con desaforados y peleados argentinos que van  por unos o por otros. El país que supo ser o estar, entre los mejores de América y en otros tiempos, competir mano a mano con los Estados Unidos en variados campos. El país, simplemente sufre la desidia, el desinterés, el descaro, de quienes nos gobiernan y también de los que ahora son oposición. Massa necesitará tener muchísima muñeca política para llegar al fin del mandato de “Los Fernández”.

Por el bien de todos, de la clase trabajadora, de los inversionistas nacionales y de los extranjeros ( que por obviedad de los hechos, la de estos últimos, no llega); por el bien de nuestra querida nación, debiera priorizarse la cordura. No obstante, en la tierra de Borges, de Cortázar, de Perón y de Alfonsín, las incoherencias afloran día tras día. Las situaciones de alergias reiteradas entre unos y otros, se prenden en las pieles, en los cerebros, para minar las capacidades reflexivas. Y la pregunta del millón es…  Si se sabe que existen corruptos (no importa de qué partido) ¿por qué se los apoya?... Si se sabe que las pruebas existen y que ya fueron demostradas... ¿Por qué se sale en defensa de los traidores de una patria que es de todos? ¿Por qué no soltarle la mano a los de aquél rincón  y a los de éste, y dejar que la “justicia independiente” fluya? ¿La inmoralidad seguirá tapando a ese país pujante de finales del siglo XIX y de principios del XX? Eso depende de todos los connacionales. Cada ser de bien, cada ciudadano  tiene el “deber” de exigir  que los políticos de izquierda, del centro o de la derecha, no toquen los fondos públicos. Cada argentino tiene la obligación de manifestarse. Eso sí, sin violencia mediante.