
Cecilia Basaldúa, una herida que no cierra: Cuando el silencio mata
Por Miguel Altamira - Corresponsal Capilla del Monte
Pareciera, que nada se ha aprendido, es difícil entender que ninguna autoridad se haya hecho eco del pedido de justicia; pero aún más complicado es. Que hacer la vista gorda sobre esto, siga generando posibilidades de que se repitan las historias.
Esta apreciación que muchos tienen en Capilla Del Monte se desprende de lo que actualmente está pasando en el pueblo: Asentamientos precarios de personas atrapadas por la pandemia. Misma situación que dejó a Cecilia expuesta a situaciones riesgo, cuyo desenlace todos conocemos, pero muy pocos parecen dimensionar.
Robo a mano armada de sujetos desconocidos con una violencia pocas veces vista en la localidad a un vecino en Barrio El Zapato, quien fue sorprendido por 6 delincuentes según relata, en la madrugada de este lunes, aproximadamente a las 1 am. Llamaron a la policía quien demoró 40 minutos en llegar al lugar, siendo que la dependencia queda a poco más de 15 cuadras.
Muchos de los que marcharon reclamando justicia por Cecilia, pese a la cuarentena fueron tildados de no valorar la vida del prójimo, otros ven más allá...conociendo que Capilla es zona blanca en cuanto al covid 19….pero zona roja en cuanto a impunidades se refiere.
Entretejiendo ideales y realidades, frustraciones y expectativas;pareciera que el misticismo del lugar, no alcanza a iluminar las oscuridades que quedan expuestas cuál, cono de sombras, a la hora de controlar quienes pululan, de manera informal; exponiendonos como un lugar que no brindaría contención adecuada a quienes nos visitan.
Mariela, Cecilia, Comerciantes...son una triste realidad que no se puede tapar con un dedo, una herida que no cura porque quienes deben procurar las herramientas para atender la situación, pareciera que prefieren ignorarla, sin entender que EL SILENCIO MATA; que lo que no se modifica, crea realidades que se repiten.
La deuda económica heredada, de gestión en gestión; que atormenta a Capilla del Monte, expuesta por el intendente de turno;que es novedad por estos días; debido a la problemática de pagar sueldos; parece no ser la vedette de la temporada que inició exponiendo una deuda mayor aún, de seguridad, que el estado tiene para con los ciudadanos.
La cuarentena tiene en jaque la investigación del caso Basaldua, y deja al desnudo la impunidad con que el crimen parece avanzar sobre los ciudadanos de bien, sin pudor alguno casi de manera desvergonzada e incesante.
La leyenda “VERDAD Y JUSTICIA” cada minuto pareciera más legendaria, cuando no se comprende QUE EL SILENCIO MATA.