Historia de la Argentina, procesos políticos en Córdoba
Historia de la Argentina, procesos políticos en Córdoba

Historia de la Argentina, procesos políticos en Córdoba

Revolución del Parque

Insurrección armada en Argentina contra el gobierno de Miguel Juárez Celman en 1890

Juárez Celman

Revolución del Parque: Allí Celman, L.N.Alem, y Barroetabeña, entre otros

La Revolución del Parque, también conocida como Revolución de 1890, fue una insurrección cívico-militar producida en la Argentina el 26 de julio de 1890 dirigida por la recién formada Unión Cívica, liderada por Leandro Alem(porteño de Balvanera), Bartolomé Mitre(Bs.As), Aristóbulo del Valle(Dolores), Bernardo de Irigoyen (Bs.As)y Francisco Barroetaveña(Gualeguay), entre otros. La revolución fue derrotada militarmente por el gobierno pero llevó a la renuncia del presidente Miguel Juárez Celman, abogado, político y expresidente por el Partido Autonomista Nacional (cordobés 1844-1909) y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini.

El presidente Juárez Celman estaba muy desprestigiado en 1890.

En 1889 la Argentina estaba convulsionada desde dos años atrás por una grave crisis económica-social con una acentuada caída de los salarios, desocupación obrera y un reguero de huelgas nunca antes visto. La presidencia del general Julio Argentino Roca (1880-1886) había sido sucedida por la de su cuñado Miguel Juárez Celman, cuya gestión era denominada por sus opositores el Unicato y salpicada por denuncias de corrupción y autoritarismo.

En sus dos primeros años de presidencia, Juárez Celman se benefició con una suerte de tregua política; Sarmiento dio su último combate contra él pero se retiró al Paraguay donde murió poco después y Mitre dijo que "juzgaría al gobierno por sus hechos, olvidando lo espurio de su origen", por lo que no quedaron a la vista dirigentes que pudieran oponérsele y recién con el crack bursátil de 1888 empezó a manifestarse el descontento.

Dice Roy Hora que si bien durante la presidencia de Juárez Celman el acceso al crédito público, el otorgamiento de concesiones para la construcción de puentes o líneas de ferrocarriles y la creación de centros agrícolas que aumentaban repentinamente el valor de las tierras cercanas favoreció el enriquecimiento de algunos amigos del régimen, la importancia de estos hechos no fue grande en comparación con lo sucedido en períodos anteriores y posteriores de la historia del país. Por otra parte, desde 1886 el déficit de la balanza comercial había ido creciendo, llegando en 1889 a un acumulado de más de ciento sesenta y un millón de pesos oro y el papel moneda -los pesos fuertes- que en 1883 se cotizaban a la par del peso oro, ahora valían treinta y ocho centavos.​

El 20 de agosto de 1889 apareció en el diario La Nación un artículo titulado ¡Tu quoque juventud! En tropel al éxito,​ firmado por Francisco Barroetaveña,[10]​ que sacudió a la opinión pública y a la juventud en particular, donde condenaba la ausencia de principios morales y el apoyo de ciertos jóvenes al entonces presidente Miguel Juárez Celman diciendo:

Leandro N. Alem

En medio de este general desgobierno, o del imperio de este régimen funesto, que suprime la vida jurídica de la nación reemplazándola por el abuso, se sienten los primeros trabajos electorales para la futura presidencia, asegurándose que el Presidente actual impondrá al sucesor que se le antoje, pues dispone del oro, de las concesiones y de la fuerza necesaria para enervar los caracteres maleables y sofocar cualquier insurrección.

Nuevos recortes de los días de papel Córdoba, 1890

La década del noventa iniciaba los últimos tiempos del juarismo en Córdoba y traía al cotidiano el arrebato de los enfrentamientos políticos. La violencia diaria entre la organización de choque de Marcos Juárez y la Unión Cívica marcaba el escenario social.

El inicio de la última década del siglo XIX estuvo signado por un clima de creciente tensión en Córdoba. En julio de 1890 se produjo en Buenos Aires el desmoronamiento del poder del presidente cordobés Miguel Juárez Celman, reemplazado por Carlos Pellegrini tras la revolución del Parque.

En Córdoba, dicha insurrección provocaría en agosto la renuncia del gobernador Marcos Juárez, hermano de Juárez Celman, asumiendo en su reemplazo el vicegobernador Eleazar Garzón. Proliferaron comités cívicos en la ciudad, tanto en el centro como en los barrios San Vicente, Pueblo General Paz, Alta Córdoba, Pueblo Nuevo. Pero eso no puso límite al autonomismo juarista, y se desencadenó -valga la coincidencia de términos- una reacción cadenera. La Cadena era el elemento de choque del juarismo, tropa experta en reprimir, meter bala, exhibir sus bravuconadas. El enemigo, la Unión Cívica, sería objeto de clausura en 1891. Pero la rebelión seguiría urdiéndose en forma subterránea hasta el estallido en mayo del segundo año de la década.

Periódicos radicales como La Libertad, y La Picota reflejaban el estado de cosas. (Fuente de órdoba: Gabriel Ábalos- DIARIO ALFIL –“PARA LEER”

Otra publicación de La Picota le aportaba continuidad al clima cotidiano, refiriendo lo siguiente en la misma edición:“Atropello policial – Jaime Tapia entraba antenoche a la ciudad por el puente de la calle Observatorio cuando de pronto lo detienen dos vigilantes y lo bajan del caballo intimándole orden de prisión”.

Estamos en plena época de libertad y de garantías

Por su parte, el diario La Libertad, también en el penúltimo mes de 1890, incluía un relato -lo replicará La Picota-, que permitía conocer las disputas internas en el bando cadenero:

“Como perros y gatos – La siguiente llega hasta nosotros por boca de un cadenero y de cuya veracidad garantimos. Con una última cita de La Picota se puede completar el panorama sobre los alcances del conflictivo día a día cordobés:

“Días pasados un vigilante que para más señas lleva el núm. 405 pretendía llevar preso a un miembro de la Unión Cívica por dar vivas a ese partido.Los señores Félix Olmedo, Lucas Allende y Rivero se opusieron a este atropello consiguiendo que el esbirro de D. Astroberto no ejecutase su propósito.