La verdadera y desconocida historia de los enanos o gnomos de jardín
La verdadera y desconocida historia de los enanos o gnomos de jardín
La verdadera y desconocida historia de los enanos o gnomos de jardín
La verdadera y desconocida historia de los enanos o gnomos de jardín

La verdadera y desconocida historia de los enanos o gnomos de jardín

 

Increíbles seres que tienen una simbología desde su creación

Por R.O.S

Se conoce que estos simbólicos “personajes” han  tomado forma a mediados del siglo XIX y conquistaron el mundo con historias y leyendas. Los gnomos y su verdadera historia.

Desde que se pusieron de moda como artículos o piezas utilizadas para la decoración (en la Argentina, por ejemplo, fueron muy populares desde el 1945 hasta la década del ´80), los gnomos de jardín protagonizaron muchos relatos, cuentos y creencias, han inspirado películas y son al mismo tiempo tanto amados como rechazados. 

Aunque el origen y significado de los gnomos, cuenta con sus primeras representaciones de figuras similares que se remontan al territorio turco. Allí en la región de Anatolia, tomaron vida y forma en el siglo XIII.

Según parece, la imagen del gnomo hacía referencia a los pigmeos (hombres que miden alrededor de 1,5 metros) que se reclutaban para que trabajasen en las minas. Estos pigmeos, para poder hacer su trabajo con algo de protección, usaban enormes sombreros hasta los hombros, y estaban rellenos con paja, así podían tener algo de protección muy rudimentaria, ante los derrumbes.

Otra característica que llama la atención es que ellos solían usar ropas coloridas y llamativas, para, verse fácilmente entre ellos, tanto en las penumbras de las minas como también para poder seguir al grupo y no extraviarse.

De allí que los famosos gnomos, derivan  de esas  imágenes de pigmeos mineros  y posteriormente han terminado siendo todo un símbolo de laboriosidad y trabajo en equipo.

Pero la primera imagen de gnomo de jardín, en la Historia de los gnomos de jardín, tal y como se la conoce en la actualidad, surgió en el estado minero de Turingia, en Alemania, en el siglo XIX.

Los primeros gnomos se esculpían a mano, pero luego, gracias al artesano Philipp Griebel, en 1874, comenzaron las producciones en serie, en el municipio de Gräfenroda.

Allí, en la fábrica de los Griebel, se crearon moldes, los cuales se rellenaban con arcilla líquida de alta calidad, y se dejaban secar por algunas horas, después se cocinaban en hornos especiales a más de 1000°C para darles resistencia y, por último, se pintaban a mano, con meticulosa precisión y detalle.