Moravia o quien mejor retrató a la "Ciudad eterna"
Moravia o quien mejor retrató a la "Ciudad eterna"
Moravia o quien mejor retrató a la "Ciudad eterna"
Moravia o quien mejor retrató a la "Ciudad eterna"
Moravia o quien mejor retrató a la "Ciudad eterna"

Moravia o quien mejor retrató a la "Ciudad eterna"

 

Por Rubén Omar Scollo

 

Por lo general los escritos de Moravia (él comenzó siendo un autodidacta  formado con lecturas de clásicos de su época),conformaban  un microcosmos que ejercían una  dura crítica de la sociedad italiana de la época y, en sentido más amplio, de la europea en general, a la que Moravia consideraba alienada y hedonista. Los personajes de Moravia presentaban una psicología muy bien desarrollada. El caso de “La romana” es un retrato de lo que sucedía en Roma en años precedentes a la Segunda guerra Mundial. El escritor fue un confeso y declarado detractor del fascismo.

El título alude a su protagonista, Adriana, una joven que trabaja posando desnuda para un pintor al tiempo que se prostituye. En torno a ella giran Giacomo, un estudiante con ínfulas revolucionarias que rechaza estar enamorado de la muchacha, Astarita, un siniestro oficial de la policía secreta, y Sonzogno, un vulgar criminal que considera a Adriana como si fuera de su propiedad. Otros títulos importantes del autor fueron “La desobediencia” y “El amor conyugal”.

Alberto Moravia nació en la capital italiana un 28 de noviembre de 1907  y falleció en la misma ciudad el 26 de septiembre de 1990. Su  verdadero nombre  era Alberto Pincherle, aunque utilizaba el apellido de su abuelo materno.

El autor del clásico de la literatura “La romana”, se crió en el seno de una familia de clase media-alta, hijo de un arquitecto judío y una madre católica. No tuvo una formación tradicional, ya que una tuberculosis ósea que contrajo a los nueve años lo obligó a pasar casi una década en la cama, época que pasó leyendo y leyendo. Sus comienzos fueron en el campo del periodismo literario, ya que comenzó a colaborar  con la revista 900. Allí al poco tiempo  (1929) publicó su primera novela “Los indiferentes”. A doce años de su primera obra, contrajo matrimonio con la escritora Elsa Moranti. Su novela escrita precisamente en 1941 que llevó por título “La mascarada”, puede encasillarse  dentro de un género emparentado con la sátira política. Debido a ese hecho tuvo que escaparse de su país (eran épocas muy duras), regresando a Italia casi tres años y medio después luego de producirse la liberación de Roma.

Al volver a su terruño y debido a su característica como escritor, su fama se había acrecentado enormemente , situación que lo conectó  como colaborador de selectos e importantes medios tales “Il Corriere della Sera” e “Il Mondo”. Como una buena cantidad de escritores, algunos de sus   libros fueron adaptados al cine, tales los casos de  “La Provinciale”  o “ La Romana” ( llevada a la pantalla por Luigi Zampa).

Ya a mediados de la década del ´50 Gianni Franciolini adaptó “I Racconti Romani”, que inicialmente fue un compendio de relatos que habían obtenido el Premio Marzotto. Tiempo más tarde  su obra “El Tedio”, tuvo la consideración de la crítica italiana y europea como su obra más importante. Con ella obtuvo el galardón Viareggio y la misma fue adaptada por Damiano Damiani en el año  ´62.

El importante cineasta Vittorio De Sica  llevó a la pantalla gigante “La campesina”,  siendo años más tarde Jean-Luc Godard  quien catapultara a su obra “El desprecio” al mundo del cine con un éxito medido para la época. En 1953, Moravia  había fundado la revista  la “Nuovi Argomenti” (Nuevos argumentos), que tenía a Pier Paolo Pasolini entre sus editores.

Pero el notable literato romano tuvo una triste y dolorosa separación de su esposa a principios de 1960. Luego de la ruptura convivió  con una  incipiente  escritora  llamada Dacia Maraini .Ya  en la última etapa de  su interesante vida, dedicó sus días  especialmente al teatro. En 1990 apareció muerto en el suelo de su cuarto de baño, el mismo año en el que había publicado su autobiografía.

Se dice de Moravia, que fue quien retrató como pocos los bajos fondos de la ciudad emblema de los italianos y esa particularidad es puesta  “escena” quizá en “La romana” y “La hija del pintor”, obras que le proporcionaron una gran fama en el mundo de las letras.