Consideran que los hongos podrían combatir el cambio climático

Consideran que los hongos podrían combatir el cambio climático

Según demostraron diversos estudios recientes, cada vez se habla más de los hongos y su poder fundamental para contrarrestar el cambio climático. Esencialmente por la capacidad que tienen en almacenar y transformar las emisiones de dióxido de carbono que se emiten a la atmosfera principalmente por la quema de combustibles fósiles.

Un estudio publicado en el mes de junio de este año en la revista científica Current Biology demostró la importancia que tienen los hongos micorrícicos por su capacidad de almacenar anualmente bajo tierra 13.12 gigantoneladas de dióxido de carbono, el equivalente al 36% de las emisiones globales de combustibles fósiles.

A través de un comunicado, la investigadora líder del estudio Heidi Hawkins, a cargo de un numeroso grupo de científicos de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, expresó que se podía estar pasando por alto un gran depósito de carbono.

En la investigación se estimó que este tipo de hongos es capaz de almacenar hasta 13,12 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2e) fijadas por las plantas terrestres, es decir, el equivalente aproximado al 36 % de las emisiones mundiales anuales de combustibles fósiles.

“Es comprensible que se haya puesto mucho énfasis en proteger y restaurar los bosques como una forma natural de mitigar el cambio climático”, dice y resalta: “pero se ha prestado poca atención al destino de las grandes cantidades de dióxido de carbono que esas plantas mueven de la atmósfera durante la fotosíntesis y lo envían bajo tierra a los hongos micorrízicos”.

“Los hongos micorrícicos son un punto ciego en la modelización, conservación y restauración del carbono, pero las cifras que hemos descubierto son asombrosas. Los ecosistemas del suelo están siendo destruidos a un ritmo alarmante por la agricultura, el desarrollo y otras industrias, pero los efectos más amplios de la alteración de las comunidades del suelo son poco conocidos”, detalló la líder de la investigación.

“Al no conocer estos hallazgos, saboteamos nuestros esfuerzos por limitar el calentamiento global y socavamos los ecosistemas de los que dependemos. Hay que hacer más para proteger estas redes subterráneas: sabíamos que eran esenciales para la biodiversidad, pero ahora tenemos pruebas de que son cruciales para la salud de nuestro planeta”, agregó.

Por su parte, Toby Kiers, otro de los autores de la investigación, explicó: “Este estudio forma parte de un esfuerzo mundial por comprender el papel que desempeñan los hongos en los ecosistemas de la Tierra. Los hongos micorrícicos se encuentran en la base de las redes tróficas que sustentan gran parte de la vida en la Tierra, pero apenas estamos empezando a comprender cómo funcionan realmente. Nos queda mucho por aprender”.

Con cautela y en la misma línea, el resto del equipo investigador coincidió a través del comunicado que las cifras obtenidas responden a “la mejor evidencia disponible, pero son imperfectas”. Por eso, remarcan la necesidad de ampliar los estudios y recibir apoyo público con políticas acorde que promuevan la conservación del suelo donde hoy habitan este tipo de microrganismos.

“Las limitaciones de nuestro estudio dejan en claro la necesidad urgente de un mayor estudio empírico de los flujos de carbono y nutrientes entre las plantas y los hongos micorrízicos. Los hongos micorrízicos representan un punto ciego en el modelado, la conservación y la restauración del carbono", especifican.

Los hongos en la era de la “ebullición global”

Según estimaciones de la ONU, para el año 2050 el 90% de los suelos podrían estar degradados, con consecuencias cada vez más catastróficas en la subsistencia para la vida en la tierra: Esto implica desde el aumento extremo de temperaturas y la proliferación de desastres naturales cada vez más frecuentes, hasta la imposibilidad de seguir produciendo plantas y cultivos en los distintos tipos de suelos.

Como consecuencia de las temperaturas extremas históricas vividas durante el mes de julio en el hemisferio norte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió ayer en conferencia de prensa que pasábamos del “calentamiento global” a algo más extremos, "la ebullición global”.

"La era del calentamiento global ha terminado, ahora es el momento de la era de la ebullición global”, dijo Guterres. "El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y esto es sólo el principio”, enfatizó. "No necesitamos esperar hasta finales de mes para saberlo. A menos que se produzca una miniedad de hielo en los próximos días, julio de 2023 batirá todos los récords”, lamentó ante la prensa.

Las declaraciones coinciden con el anuncio realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), al informar que este mes de julio será el más cálido jamás registrado por la humanidad.

"En grandes partes de Norteamérica, Asia, África y Europa, este verano es cruel. Para todo el planeta, es un desastre”, agregó Guterres, y recordó que "para los científicos, es inequívoco: los humanos son los responsables”. "Las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias que huyen de las llamas, trabajadores que se desmayan bajo el calor abrasador”, resaltó.

Antes de finalizar la conferencia, el secretario general de la ONU repitió una vez sus incansables pedidos de una acción radical y urgente por parte de los gobiernos de todo el mundo, cuestionando especialmente al sector de los combustibles fósiles: "El aire es irrespirable, el calor es insoportable. Y los niveles de beneficios que generan los combustibles fósiles y la inacción climática son inaceptables".

"Los líderes deben liderar. Basta de vacilaciones. Basta de excusas. Basta de esperar a que otros se muevan primero", resaltó.

En este sentido, las investigaciones científicas que abordan el poder que poseen los hongos para bajar la temperatura de la tierra deberían ser tomadas en cuenta con urgencia. ¿Pero esto sucederá o se seguirá minimizando –incluso negando en algunos sectores- la crisis climática?

Entre las prioridades para mitigar el cambio climático, queda demostrado que se encuentra la necesidad de detener la destrucción de los suelos y, al mismo tiempo, la decisión de promover prácticas sostenibles que preserven la integridad de las redes subterráneas de hongos.

 

Fuente: Noticias Argentinas