Córdoba: en 10 años la población en situación de calle creció un 112%

Córdoba: en 10 años la población en situación de calle creció un 112%

En Córdoba, un informe reciente de la Defensoría del Pueblo –que lo viene realizando desde hace 10 años- reveló que hay 476 personas en situación de calle.

Dicho numero fue recabado del casco céntrico de la capital provincial, correspondiente a galerías comerciales, plazas centrales, Cabildo Histórico, ambas terminales de ómnibus y debajo de los puentes que conducen al microcentro. Patricia Calandin, integrante del organismo, precisó a Radio Nexo que el 50% de las 476 personas en situación de calle se encuentran contenidas en refugios y albergues.

“Se trata de hogares tanto de la sociedad civil como del Estado”, dijo y agregó que el otro 50% “duermen literalmente en la calle”. Detalló, además, que a lo largo de 10 años la población en situación de calle creció un 112%. “En los últimos dos años en particular, creció alrededor de un 39%”, indicó.

El número de personas que están viviendo en la calle es cada vez mayor, basta con recorrer cualquier punto de cualquier ciudad del país para corroborar esta situación. “En 10 años hemos podido identificar que hay un núcleo duro que ya tiene varios años de permanencia. Pero hay otra parte de la población, un poco más de la mitad, que son nuevos porque se trata de personas que quedaron en la calle en el último mes o están allí en el último año o año y medio.

El principal factor son los problemas familiares o vínculos filiales” expresó. Sin lugar a dudas, la deplorable situación económica del país, producto de las políticas económicas implementadas en los últimos cuatro años, han hecho estragos en gran parte de la sociedad, que ha empeorado su calidad de vida. “Todas estas personas tienen sus lazos familiares rotos. Se trata de un tema que hay que reconstruir, pero que es muy complejo porque a eso se suman los problemas económicos, perdida de trabajo, perdida de vivienda.

Además, se suman problemas de salud y de adicciones. Muchas de estas personas tampoco tienen DNI para poder acceder a servicios públicos. Entonces es todo un combo en donde se extrema la vulnerabilidad”, agregó. Si a todo esto le sumamos discriminación y falta de oportunidades, el resultado no es nada adelantador. “A esta gente le cuesta más acceder a un empleo formal porque un empleador indaga sobre las condiciones personales, el entorno familiar, la forma en la que vive.

Y cuando tienen que comentar que están viviendo en la Terminal, eso es ya un primer obstáculo para acceder a un empleo formal”, dijo Caladín. Ante la pregunta de si alcanza abrir los clubes y las iglesias para recibir donaciones y dar refugio a los más castigados por este modelo, la funcionaria respondió: “A medida que mejoren las condiciones sociales del país, esto tenderá a revertirse”.