El Necronomicón... El Libro de los muertos  ¿existe?

El Necronomicón... El Libro de los muertos ¿existe?

Por Miguel Altamira

El Necronomicón es un grimorio ficticio, ideado por el escritor estadounidense H. P. Lovecraft (1890-1937), uno de los maestros de la literatura de terror y ciencia ficción. Es mencionado por primera vez en el cuento La ciudad sin nombre (The nameless city) ,de 1921 donde también, se indica que su autor fue el «árabe loco» Abdul Alhazred, un seudónimo empleado por Lovecraft desde su infancia​.

El libro es, asimismo, mencionado por otros autores del círculo lovecraftiano, como August Derleth o Clark Ashton Smith. Desde entonces, el libro ficticio ha inspirado la publicación de diversas obras de igual título.

La etimología de Necronomicón es más transparente de lo que suele creerse. el neologismo necronómico sería «relativo a la ley de los muertos».

En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer, Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño. Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología. A su juicio, significaba «Imagen de la Ley de los Muertos».

El Necronomicón es un libro de saberes arcanos y magia ritual, cuya lectura provoca la locura y la muerte. En los cuentos de Lovecraft y sus continuadores, aparece como un registro de fórmulas olvidadas que permiten contactar con unas entidades sobrenaturales de un inmenso poder, los Antiguos.

Quizás la cita más famosa del Necronomicón en la narrativa de Lovecraft sea esta:

That is not dead which can eternal lie, / And with strange aeons even death may die..(«Que no está muerto lo que yace eternamente, y con eones extraños incluso la muerte puede morir»).

En 1927, Lovecraft escribió una breve nota sobre la autoría del Necronomicón y la historia de sus traducciones, que fue publicada en 1938, tras su muerte, como Una historia del Necronomicón.

Según esta obra, el libro fue escrito con el título de Kitab Al-Azif (en árabe: «El rumor de los insectos por la noche», rumor que en el folclore arábigo se atribuye a demonios como los djins y gules) alrededor del año 730 d.C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred, de Saná (Yemen), de quien dice que murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible.

Lovecraft abunda en datos para hacer verosímil la existencia del libro. Por ejemplo, cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iraní o árabe que existió realmente.

También cuenta que hacia el año 950 fue traducido al griego por Theodorus Philetas y adoptó el título actual griego, Necronomicón. Tuvo una rápida difusión entre los filósofos y hombres de ciencia de la Baja Edad Media. Sin embargo, los horrendos sucesos que se producían en torno al libro hicieron que la Iglesia católica lo condenara en el año 1050. En el año 1228 Olaus Wormius (el verdadero Wormius vivió en el siglo XVII) tradujo el libro al latín, en la que es la versión más famosa, pues (siempre según la ficción lovecraftiana) aún quedan algunos ejemplares de ella, mientras que los originales árabe y griego se creen perdidos.

A pesar de la persecución, según Lovecraft se realizaron distintas impresiones en España y Alemania durante el siglo XVII. Supuestamente, se conservarían cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la (ficticia) Universidad de Miskatonic en la inexistente ciudad de Arkham ( Massachusetts, Estados Unidos) y otra en la Universidad de Buenos Aires (Argentina).

Sobre el carácter ficticio del libro, Lovecraft escribió lo siguiente:

Ahora bien, sobre «los libros terribles y prohibidos», me fuerzan a decir que la mayoría de ellos son puramente imaginarios. Nunca existió ningún Abdul Alhazred o el Necronomicón, porque inventé estos nombres yo mismo. Luwdig Prinn fue ideado por Robert Bloch y su De Vermis Mysteriis, mientras que el Libro de Eibon es una invención de Clark Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten.... En cuanto a libros escritos en serio sobre temas oscuros, ocultos, y sobrenaturales, en realidad no son muchos. Esto se debe a que es más divertido inventar trabajos míticos como el Necronomicón y el Libro de Eibon.

De hecho, el famoso árabe loco Abdul Alhazred no es más que un apodo que él mismo se puso en la infancia, inspirado en la reciente lectura de Las mil y una noches (Alhazred = all has read, el que lo ha leído todo).

Rodeado por su abuelo Noah y su madre Lavinia, Wilbur Watheley agarra una copia del Necronomicón.

Ilustración de Connor Noctambuss para el cuento El horror de Dunwich.

Lovecraft logró hacer un excelente engaño al aportar datos respecto al Necronomicón. Por ejemplo, señalaba que quedaban muy pocos ejemplares de tal libro "prohibido" y "peligroso". En el cuento El horror de Dunwich se ubican ejemplares en la Universidad de Buenos Aires, en la Biblioteca de Widener de Harvard, la Biblioteca Nacional de París, en el Museo Británico y en la inexistente Universidad de Miskatonic en la ciudad imaginaria de Arkham (que aparece repetidamente en los cuentos de Lovecraft). Según August Derleth, esta supuesta precisión ha hecho que numerosas personas creyeran en la real existencia del libro, y solicitaran ejemplares o el acceso a las bibliotecas donde se lo guardaba. En el artículo «The Making of a Hoax», Derleth cuenta que durante 1962, en la publicación Antiquarian Bookman apareció un anuncio, que decía:

Alhazred, Abdul. Necronomicón, España 1647. Encuadernado en piel algo arañada descolorida, por lo demás buen estado. Numerosísimos grabaditos madera signos y símbolos místicos. Parece tratado (en latín) de Magia Ceremonial. Ex libris. Sello en guardas indica procede de Biblioteca Universidad Miskatonic. Mejor postor.

En el mismo artículo relata que un estudiante gastó la broma de incluir su ficha en el registro de la Biblioteca General de la Universidad de California, en la sección BL 430, dedicada a las religiones primitivas. Una leyenda urbana narraba que Jorge Luis Borges, quien no tenía una opinión positiva de Lovecraft, había creado una ficha sobre el mismo en la Biblioteca Nacional de Argentina.

Bromistas, fanes o timadores han publicado supuestas ediciones del libro; la más famosa de ellas es la conocida como Necronomicón de Simon, también existen páginas en internet donde se ofrece el libro a la venta. Algunos de estos ejemplares son simples listados de los primigenios más conocidos, junto a símbolos y oraciones sin significado imitando el estilo de Lovecraft.

El extraordinario dibujante H. R. Giger publicó una recopilación de sus dibujos bajo el título Giger's Necronomicon, en dos volúmenes, en una edición muy cuidada pensada para coleccionistas (encuadernados en piel negra, 666 ejemplares, con un holograma escondido). La editorial española La factoría de ideas ha publicado también con este título un libro de relatos escritos por seguidores de Lovecraft. Cabe destacar el Necronomicón de Donald Tyson, publicado en 2004 por Edaf, escrito como la biografía en primera persona de Abdul Alhazred, siguiendo el estilo literario de los escritores árabes, y que recoge y explica todos los mitos y ciudades que aparecen en los relatos de Lovecraft, incluyendo la explicación del origen del mundo con el estilo trágico de Lovecraft.

Desde entonces muchas otras personas se han dedicado a engordar la bola de mentiras alrededor del supuesto libro. Se dice, por ejemplo, que está encuadernado en piel humana, aunque Lovecraft nunca llegó a describir su apariencia. Hasta se han llegado a subastar copias supuestamente confeccionadas en el Siglo XVII que no eran más que estafas para incautos.

Es así como hasta el dia de hoy, sigue el rumor de, que el tan mentado Libro de la ley de los muertos, es Real.

 

¿Quien sabe después de todo alguno ha practicado sus ritos para asegurar que no es cierto? 

Desde CodigoCBA lo dejamos a tu criterio …...