La historia de las momias de cachorros de león. Una de ellas tiene casi 30 mil años
La historia de las momias de cachorros de león. Una de ellas tiene casi 30 mil años
La historia de las momias de cachorros de león. Una de ellas tiene casi 30 mil años
La historia de las momias de cachorros de león. Una de ellas tiene casi 30 mil años

La historia de las momias de cachorros de león. Una de ellas tiene casi 30 mil años

Por Rubén O. Scollo

 

La momia cachorra de león de las cavernas que fuera hallada congelada en perfecto estado en Siberia tiene 28.000 años. Incluso sus bigotes están intactos. Depositada en las profundidades del Ártico siberiano, la misma parece que estuviese durmiendo.

Su pelaje dorado está cubierto de barro, pero de todos modos está perfectamente conservada. Sus dientes, piel, tejidos blandos y órganos están momificados, pero todos intactos. Pasó mucho tiempo desde la última vez que cerró los ojos y sus garras todavía son lo suficientemente afiladas, hecho que llamó la atención de los científicos que están estudiando este espécimen extraordinario —y sin precedentes— conservado en permafrost.

El Simba siberiano, apodado Esparta, fue uno de los dos bebés leones de las cavernas —grandes felinos extintos que solían vagar por el hemisferio norte— encontrados hace tres años por cazadores de colmillos de mamut, en las orillas del río Semyuelyakh, en el lejano oriente de Rusia.

Inicialmente se pensó que los dos cachorros eran hermanos, ya que se encontraron a solo 15 metros de distancia, pero un nuevo estudio encontró que difieren en edad en alrededor de 15.000 años. Boris, como se conoce al segundo cachorro, tiene unos 44 mil años antes del presente, según la datación por radiocarbono.

"Sparta o Esparta”, quizá sea el animal de la Edad de Hielo mejor conservado que se haya encontrado, y está más o menos intacto, aparte de que su hermoso pelo está un poco erizado. Boris está un poco más dañado, pero por cierto, está bastante bien", expresó el profesor de Genética Evolutiva en el Centro de Paleo-genética de Estocolmo, Suecia, Love Dalen. El científico es  autor de un nuevo estudio sobre los cachorros.

Tanto uno como el otro, no llegaban a los tres meses de edad cuando murieron, según el estudio. No está definida la forma de “cómo murieron”, pero Dalen y el equipo de investigación —que incluye a científicos rusos , norteamericanos y japoneses— dijeron que no había señales de que un depredador los hubiera matado.

Las tomografías computarizadas mostraron daño en el cráneo, dislocación de las costillas y otras distorsiones en sus esqueletos.

"Dada su preservación, deben haber sido enterrados muy rápidamente. Así que tal vez hayan fallecido en un deslizamiento de tierra o cayeron en una grieta en el permafrost", agregó Dalen. "El permafrost forma grandes grietas debido al deshielo y congelamiento estacional".

Durante la última Edad de Hielo, Siberia no era el lugar vacío que es hoy. Mamuts, lobos de la tundra, osos, lanudos rinocerontes, bisontes y antílopes saiga deambulaban junto con los leones de las cavernas, un pariente un poco más grande de los leones africanos que viven en la actualidad.

El estudio, publicado en la revista Quaternary, encontró que el pelaje de los leones de las cavernas era similar pero no idéntico al de un de león bebé africano. Los cachorros de la Edad de Hielo tenían una capa interna de piel larga y gruesa que podría haberlos ayudado a adaptarse al clima frío.

En los últimos años, han sido encontrados restos momificados de una serie de animales extintos. Un rinoceronte lanudo, una alondra, un oso de las cavernas, un cachorro canino, que alguna vez vagaron por la estepa rusa, fueron hallados  desde hace unos cinco años, por cazadores que destruyen túneles utilizando mangueras de agua de alta presión en el permafrost, principalmente en busca de colmillos de mamut largos y curvos. Existe un lucrativo aunque controvertido comercio de colmillos, que son apreciados por los talladores y coleccionistas como una alternativa al marfil de elefante. Y esa forma de querer ganar dinero de esos humanos “saqueadores”, no obstante, permitieron los descubrimientos que fortalecen el campo científico.