Veremos un extraño fenómeno que no ocurría desde el siglo XIII:  La "gran conjunción" de Júpiter y Saturno
Veremos un extraño fenómeno que no ocurría desde el siglo XIII:  La "gran conjunción" de Júpiter y Saturno

Veremos un extraño fenómeno que no ocurría desde el siglo XIII: La "gran conjunción" de Júpiter y Saturno

El próximo 21 de diciembre ocurrirá lo que se conoce como la gran conjunción, un fenómeno que se podrá apreciar en algunas partes del planeta a simple vista. Y entre el 16 y el 21 de diciembre, en gran parte del planeta se podrá observar un extraño fenómeno que no ocurría, según algunos astrónomos, desde el siglo XIII: lo que se conoce como la "gran conjunción" de Júpiter y Saturno.

Durante las noches, estos dos planetas estarán alineados de tal manera que parecerá que forman un planeta "doble". La luminosidad de ambos planetas en el mes de diciembre permitirá incluso que la alineación de estos dos planetas se pueda apreciar a simple vista.

 

Coincidentemente  con el solsticio de invierno, Júpiter y Saturno se reunirán en una espectacular “gran conjunción", la noche del 21 será un "regalo de Navidad" anticipado, para los aficionados a la astronomía, sin contar que para algunos místicos amantes de la metafísica el 21 de diciembre “desciende el Espíritu de Navidad” .

Lo especial del caso es , porque Júpiter y Saturno son considerados los 'reyes de la observación' y que estén tan juntos no es algo que ocurra normalmente.

La vista de esa alineación desde la Tierra no se da con tanta regularidad "La Tierra tarda un año en darle la vuelta al Sol, Júpiter demora 12 años y Saturno, 30 años. Eso hace difícil que el fenómeno se dé comúnmente.

Aunque la alineación de estos dos planetas ocurre cada dos décadas aproximadamente, el fenómeno particular de este año no se registra desde finales de la Edad Media.

"Esta conjunción es excepcionalmente rara debido a cuan cerca se verán los planetas entre sí", explicó el astrónomo de la Universidad de Rice, Patrick Hartigan.”Un fenómeno similar no se registraba desde el 16 de julio de 1623, y "Tendría que retroceder hasta justo antes del amanecer del 4 de marzo de 1226, para ver una alineación más cercana entre estos objetos visibles en el cielo nocturno", afirmó.

En tanto, el 14 de diciembre se registrará el eclipse total de Sol 2020, un hecho que se verá mayormente en el sur de Argentina y Chile, aunque también se podrá divisar en otras regiones de ambos países, en un evento astronómico que no se repetirá (en la zona) hasta 2048.

En un hecho inédito, Argentina (con Chile) será testigo de un eclipse total por segundo año consecutivo. El 2 de julio del año pasado se pudo ver el centro del país: San Juan y San Luis fueron los mejores sitios para observar , según el coordinador de divulgación científica del Planetario de Buenos Aires, Mariano Rivas.

 ¿Pero cómo afectará todo esta revolución en los cielos al común de los mortales? 

Saturno y Júpiter son los dos planetas más grandes del sistema solar y desde la antigüedad fueron reconocidos en la astrología como dos de los planetas más poderosos, si no es que los más influyentes.

La conjunción que ocurrirá el 21 de diciembre en el signo de Acuario, pero cuyo arco de conjunción (algunos astrólogos admiten hasta 10 grados) se ha activado desde hace finales de febrero y es actualmente de 6 grados, con Júpiter en Capricornio 24 y Saturno en Acuario 0. Sobre esta conjunción, el astrólogo Pablo Ianiszewski escribe:

En el campo de la astrología , la más importante es la gran conjunción de Júpiter y Saturno que ocurre aproximadamente cada veinte años. Determinando los sucesos globales a lo largo de dos décadas, siendo observada cuidadosamente por astrólogos desde hace tres mil años.

A Saturno se le identifica con aspectos negativos y a Júpiter con aspectos positivos, "jovial" (de Jove: Júpiter) es por supuesto lo alegre, "saturnino" es lo taciturno, lo melancólico, lo solitario. A Saturno, se le vincula directamente con el karma y suele representarse montando un cuervo.  Y a Júpiter (Zeus) era por supuesto el líder de los olímpicos, el dios que había desterrado a su propio padre, Cronos (Saturno), el tiempo que devora a sus hijos. La astrología asocia a Júpiter con los sentimientos exaltados, la riqueza, la salud, la educación, el liderazgo.Estos significados, cabe decir, son más complejos que sólo "bueno" o "malo" (aunque Saturno es justamente llamado Maleficus por los astrólogos), Saturno, el cruel Cronos, tiene también una faceta como Kairós, el tiempo oportuno. Y Júpiter, pese a ser magnánimo y generoso es también el dios de los excesos, de la expansión desmedida.Hace más de dos años Saturno ingresó a su domicilio en Capricornio, el sitio que rige junto con Acuario. Saturno rige naturalmente los meses invernales, donde la tierra es gris y seca. Para los astrólogos esta combinación de Saturno en Capricornio es necesariamente un signo de contracción, de limitación o de restricción, generalmente ejemplificado en modelos conservadores y en recesión económica. Ahora  se encontrará con Júpiter en el grado 0 de Acuario, el 21 de diciembre de 2020,. Este evento es conocido a veces, simplemente, como la Gran Conjunción, este año estará acompañada por una conjunción casi exacta también del sol y Mercurio en el signo de Capricornio, el signo de Saturno. Y actualmente la conjunción en ciernes Saturno-Júpiter es afligida además por la presencia de Marte, el segundo de los Maleficus, conocido por su naturaleza incendiaria. La conjunción Marte-Saturno, la más aciaga para la astrología, ocurrirá este 31 de marzo, si bien ya lleva activa un par de semanas, en las cuales además ha atravesado una conjunción con Júpiter y una conjunción con Plutón A quien se  le atribuyen efectos o correlaciones que tienen que ver con la muerte, de alguna manera relacionada también con Marte. Tenemos una cuádruple conjunción en los altos grados de Capricornio, entre Júpiter, Marte, Saturno (de ingreso reciente a Acuario) y Plutón. Si creemos que la astrología tiene algo que decirnos, habría que notar que los acontecimientos planetarios actuales son sumamente poderosos, inclinados en gran medida hacia lo negativo, la muerte, la enfermedad, la destrucción y la recesión.

Ahora bien, este movimiento se vuelve todavía más interesante al notar que durante la gran peste negra de la Edad Media (siglo XIV) se presentó una conjunción similar y que los astrólogos, atribuyeron este evento a la misma conjunción que tenemos actualmente: Saturno, Júpiter y Marte. Leemos en el sitio chileno El Mercurio (nunca mejor llamado) la descripción que hace el profesor José Joaquín Brunner:

Que la plaga que descendida sobre el reino se debía a la triple conjunción de Saturno, Júpiter y Marte bajo el signo húmedo de Acuario, ocurrida el 20 de marzo de 1345. Admitían, sin embargo, la presencia de efectos "que permanecían ocultos aun para los intelectos más refinados". La medicina, igualmente, fue impotente para detener la peste.

La conjunción ocurrió también en marzo, en aquella ocasión el día 20. Los astrólogos citaban un texto de el llamado Pseudo Aristóteles en el que se dice que "la muerte de las razas y la devastación (literalmente la despoblación) de los reinos ocurre en la conjunción de Saturno y Júpiter". La peste negra es considerada la epidemia más letal en la historia de la humanidad, y curiosamente también llegó a Europa procedente de China, lo cual, por otro lado, nos habla de un periodo más amplio. Sin embargo, los astrólogos dataron el origen de la devastación que asoló Europa en esa conjunción de 1345 y en una serie de eclipses.

 

Pero la Gran Conjunción no necesariamente tiene connotaciones negativas. Es muy conocida en la astrología la asociación de esta conjunción con el nacimiento de Cristo y con la misma estrella de Belén, lucero que podría mostrarse de una manera especial cuando estos dos planetas, que pueden apreciarse a ojo desnudo, se juntan.

Este fenómeno es notado incluso por astrónomos modernos, quienes avisan que la conjunción Saturno-Júpiter será un evento especialmente espectacular este 21 de diciembre, ya que los dos gigantes siderales estarán más cerca de lo que han estado desde 1623. La conjunción que se menciona ocurrió en el año 7 a. C., en el signo de Piscis, regido por Júpiter, en tres ocasiones debido a los movimientos retrógrados. Kepler, quien observó personalmente el fenómeno en el año 1603, haciendo cálculos concluyó que esta debía de ser la explicación de la llamada "estrella de Belén". Sobre esta conjunción, que tuvo lugar en el domicilio del benéfico Júpiter (con todos los planetas en sus domicilios) y su asociación con el nacimiento de Cristo, se puede leer este buen artículo publicado en Pijama Surf y escrito por Pablo Ianiszewski.

Además de Kepler, astrónomos y pensadores como Tycho Brahe y Roger Bacon, poetas como Dante y Shakespeare y más recientemente Carl Jung escribieron sobre la Gran Conjunción, un evento que durante la Edad Media y hasta principios de la modernidad generaba enorme interés y, por supuesto, todo tipo de pronósticos e interpretaciones. Actualmente veremos, sin duda y especialmente en asociación con la pandemia del coronavirus, un resurgimiento del interés por este evento, que es demasiado complejo para verlo como algo meramente nefasto, ya que puede tener numerosas interpretaciones, las cuales no son inmediatamente perceptibles.

Según “Carl Jung” existía una tradición dentro del judaísmo que atribuía a una conjunción de Saturno y Júpiter en Piscis el nacimiento de Moisés, y que consideraba que el nacimiento del Mesías vendría en una conjunción similar. Jung señala que Saturno es considerado el diablo y en su pensamiento la alquimia ocurre a través de la conjunción de los opuestos, necesariamente integrando el mal y no reprimiendolo. "La conjunción de los dos, por ello, significa la unión de los extremos opuestos", y la observa en la figura de Cristo.  

Hasta qué punto realmente nuestra vida es influenciada por los astros?. Hay ocasiones en que las correspondencias (o lo que Jung llamó "sincronicidades") son realmente inquietantes, y esta es seguramente una de ellas.

La pandemia del COVID-19 y una enorme crisis económica coinciden de manera precisa con los movimientos de los planetas y el significado que durante milenios, tanto en Occidente como en Oriente, se les ha atribuido. Sin duda existe en un orden misterioso que se revela a través de los astros. Aunque en este caso podría ser un orden fatal, un orden aciago. Pero, incluso esta oscuridad, este "desastre", este momento eminentemente saturnino, debe aceptarse e incluso amarse. Esta es la mejor forma de relacionarse con Saturno desde la perspectiva de la astrología tradicional: obedeciendo (el dictamen del tiempo), practicando la disciplina, la paciencia, la frugalidad y esperando a que el dios que lleva la guadaña finalmente pase su juicio y esté contento con nuestros actos.